La ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, realizó una visita no anunciada a Ucrania, donde prometió proporcionar más ayuda militar en los próximos días.

"En unos días, entregaremos el muy moderno sistema de defensa aérea Iris-T", anunció después de una reunión con su homólogo ucraniano Aleksey Reznikov en la ciudad portuaria de Odessa, en el Mar Negro.

Según los informes, Ucrania quiere obtener al menos una docena y se ha ofrecido a comprar el resto directamente del fabricante, a pesar de que las propias fuerzas armadas de Alemania aún no han recibido estos sistemas.

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Solo Alemania envió más de 743 millones de euros (728 millones de dólares) en armas a Ucrania, incluidas múltiples entregas de cañones antiaéreos Gepard autopropulsados y obuses PzH 2000, desde el comienzo del conflicto a fines de febrero.

Kiev, sin embargo, criticó repetidamente a Berlín por supuestamente no hacer lo suficiente y negarse a proporcionarle tanques de batalla Leopard y vehículos de combate de infantería Marder. El canciller Olaf Scholz prometió en agosto que "pronto" se suministraría a Ucrania «el equipo más moderno y eficiente» de Alemania, refiriéndose a los sistemas Iris-T y los radares de artillería Cobra, pero no a los tanques.

Berlín argumenta que hasta ahora ningún otro país ha enviado tanques modernos, y Lambrecht reiteró el sábado que Alemania "siempre ha dejado en claro que no actuaremos solos en esta área" para evitar la "escalada".

En cambio, Berlín ha ofrecido a terceros países, como Grecia, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa y Polonia, transferir sus reservas de hardware de la era soviética a Ucrania a cambio de armamento alemán moderno.

Moscú ha criticado durante mucho tiempo las entregas de armas, argumentando que solo prolongan el conflicto y aumentan el riesgo de una confrontación directa entre Rusia y la OTAN.