Haití reconoce gravedad de la crisis y pide ayuda internacional
Las pandillas, la crisis económica y el cólera han contribuido a complicar aún más la situación en el país caribeño.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, reconoció la gravedad de la situación del país con las pandillas, crisis económica, protestas y cólera, y pidió diálogo, así como ayuda internacional para solucionar los problemas.
En un discurso a la nación, el jefe de Gobierno, cuya renuncia exigen decenas de miles de ciudadanos, dijo conocer que todos atraviesan un momento difícil actualmente con el costo de la vida en aumento, sin embargo, no dio marcha atrás al incremento de los precios de los combustibles que detonaron la reciente ola de protestas.
Según Henry, las reformas no solo están dirigidas a reducir los 400 millones de dólares en subsidios a los hidrocarburos y poner fin al mercado negro, sino también a recaudar millones de dólares en aranceles aduaneros.
El primer ministro igualmente solicitó el apoyo de la comunidad internacional para asistir a la nación caribeña, en particular tras el resurgimiento del cólera, una enfermedad que no se diagnosticaba en el territorio nacional hace tres años, y que de 2010 a 2019 cobró unas 10 mil vidas y enfermó a otras 800 mil personas.
Uno de los principales desafíos para contener este brote detectado en la capital y que cuenta con casos sospechosos en otros departamentos, constituye el bloqueo que desde hace tres semanas sostienen las bandas armadas a la principal terminal petrolera situada al norte de Puerto Príncipe.
La falta de combustible provocó la reducción de servicios e incluso el cierre de hospitales y centros de salud, mientras las principales empresas anunciaron la disminución de sus horarios y una de las mayores potabilizadoras confirmó que no puede tratar o distribuir agua por el desabastecimiento.
“Queremos que el agua potable y los medicamentos lleguen a las personas que están enfermas en este momento donde el cólera ha comenzado a resurgir, que las fábricas que producen agua reinicien la producción; necesitamos médicos y enfermeras para poder llegar al hospital, que circulen las ambulancias, que los hospitales vuelvan a funcionar”, dijo Henry en el discurso.
También denunció a quienes, a su juicio, intentan poner al pueblo de rodillas y calificó de irresponsable y criminal ese comportamiento que crea una crisis humanitaria sin precedentes.
La víspera, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia alertó que 1,2 millones de niños en la capital haitiana están amenazados por el cólera, una enfermedad que resurge en medio de una grave falta de acceso a servicios médicos o agua potable provocada por la acción de los grupos armados.