El titular del poder judicial iraní, Mohsen Ejei, confirmó este lunes que el incendio del pasado domingo en la prisión Evin, en Teherán, fue premeditado y ejecutado por un grupo de agentes enemigos que buscaban facilitar la fuga de los reos.

Un enfrentamiento entre presos produjo un incendio en uno de los talleres donde laboran los del pabellón especial de condenados por delitos violentos. Las llamas se extendieron al almacén de ropa y a la sala de reuniones. Pero, según constató Ejei, no se amplió a otros espacios.

Agregó el titular que, poco después del incendio, se aseguró el contacto de los presos con sus familias para dar parte sobre su estado.

Por otro lado, el vicepresidente para Asuntos Internacionales del Poder Judicial y secretario del Consejo Superior de Derechos Humanos de Irán, Kazem Gharibabadi, inspeccionó la prisión de Evin y sostuvo conversaciones con el jefe de la Organización de Prisiones sobre el actual estado de los cautivos. 

Según constató ya se restableció la calma en la prisión y la situación está bajo control total. Todos los presos están en contacto con sus familias, y los que sufrieron heridas recibieron tratamiento.

Subrayó que “la seguridad y la protección de los detenidos es de suma importancia. Los funcionarios penitenciarios se han comprometido a asegurarse de que se respeten plenamente todos los derechos de los presos”.

Cabe apuntar que este incidente dejó cuatro personas muertas y 61 heridos.