Gabriel Boric: Malestar del pueblo chileno sigue vigente
Aumento de la delincuencia, crisis de seguridad pública, conflicto entre los mapuches y el Estado, son algunas de las insatisfacciones que aquejan al pueblo chileno a tres años del estallido social de octubre de 2019.
Idénticas carencias a las que dieron origen a la más grave crisis social y política que ha sufrido Chile están presentes al cumplirser tres años del estalido social del 18 de octubre de 2019.
Todas las demandas por las que los chilenos se lanzaron a las calles siguen pendientes de resolverse e incluso se agravaron por las secuelas económicas de la pandemia de la COVID-19.
Peor aún, a lo anterior se le suman el auge de la delincuencia, severos déficit en seguridad pública en las grandes ciudades y en la macrozona sur, donde se escenifica el conflicto entre los mapuche y el Estado chileno, con inacabables hechos de violencia.
Mientras que en la macrozona norte, limítrofe con Perú y Bolivia, se sucede una incontrolable crisis migratoria por el ingreso ilegal de decenas y cientos de personas cada día.
Todo ese panorama, más el asedio incesante de la oposición derechista, la inexperiencia y errores no forzados del nuevo gobierno han degastado aceleradamente la presidencia de Gabriel Boric, cuya aprobación cayó de 56 a 30 por ciento desde que asumió en marzo pasado.
"Ante la arremetida de sectores conservadores que pretenden hacernos creer de que nada pasó, quiero decirles que las demandas y ese malestar de fondo que expresó el pueblo de Chile a propósito del estallido, es algo que sigue vigente y de lo cual seguimos teniendo que hacernos cargo", dijo el presidente en la ciudad de Quillota, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, donde inauguraba un hospital.
Demandas siguen latentes
Claudio Fuentes, doctor en Ciencia Política, dice que en la sociedad chilena siguen latentes las demandas sociales, "particularmente en algunos temas críticos como la reforma a los sistemas de pensiones de salud, mejorar las condiciones de vida y reducir el abuso de los grupos empresariales".
Respecto de si es probable otro estallido social, Fuentes responde: "lo veo difícil porque los estudios muestran un cierto cansancio respecto de la protesta, estamos en otro momento, con mayor crisis económica, desempleo, pobreza y eso genera una prioridad social más centrada en la búsqueda de trabajo, de resolver el día a día".
Protestas habrá, precisa, pero estima que no será el mismo ciclo que en 2019 tuvo por varios meses a la gente protestando, sino de una menor intensidad.
Una encuesta conocida hoy, de la consultora Criteria y el Laboratorio Constitucional de la Universidad Diego Portales, señala que el 79 por ciento de los encuestados favorece la idea de cambiar la Constitución y solo un 21 por ciento se inclina por no cambiarla.
Además, que el 41 por ciento se inclina por una Convención mixta, mitad electa por la ciudadanía y mitad de expertos propuestos por el Congreso; un 34 por ciento prefiere una Convención enteramente electa por la ciudadanía y un 25 por ciento se inclina por una entidad que solo involucre expertos seleccionados por el Congreso.