Acuerdos fronterizos son una victoria histórica para el Líbano
El Secretario General de Hizbullah, Sayyed Nasrallah, dejó claro que no significa que haya nada "ni remotamente cercano a la normalización o el reconocimiento del enemigo israelí".
El Secretario General de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, explicó en un discurso televisado este sábado los detalles del acuerdo de demarcación de la frontera marítima entre el Líbano y Palestina ocupada y abordó los resultados del pacto.
Después de años de conversaciones sobre la existencia de gas y petróleo en las aguas territoriales libanesas en el mar Mediterráneo, el Líbano necesitaba demarcar sus fronteras marítimas, dijo Nasrallah.
Las fronteras terrestres entre la Palestina ocupada y el Líbano fueron trazadas por los mandatos franceses y británicos, pero las bordes marítimos no fueron demarcados, recordó Sayyed Nasrallah.
En su intervención Nasrallah describió los resultados de las conversaciones indirectas como importantes y como una gran victoria histórica para el Líbano. "Todavía queda pendiente una pequeña área de 2,5 kilómetros cuadrados, y el Líbano insiste en que está ocupada".
“Líbano soportó todas las presiones, el bloqueo, la tensión del tiempo y todos los riesgos, insistiendo en obtener la Línea 23, los bloques completos y más”, agregó.
La resistencia, su posición oficial y la amenaza de guerra fueron factores decisivos para la culminación de las negociaciones. Pero, recordó, "casi llegamos a la guerra antes que al acuerdo".
Se refirió además a los pasos para la demarcación de fronteras con Chipre, lo cual permitirá que el Líbano aumente su zona marítima exclusiva.
Con este nuevo logro, la ocupación sionista reconoció el equilibrio de disuasión con la Resistencia, pero dejó claro que no hay "nada ni remotamente cercano a la normalización o el reconocimiento del enemigo israelí después de este acuerdo".
Todo sucedió sin que el Líbano otorgara garantía de seguridad alguna. De haberlas, el primer ministro de la ocupación israelí, Yair Lapid u otros, las habrían mostrado al público, ya que les eran necesarias.
El derecho del Líbano a expandirse
A la luz de la demarcación de las fronteras marítimas, Líbano está especificando los bloques de gas y petróleo que están en las aguas adyacentes. "Es ahí donde está la zona económica exclusiva”, explicó el líder de la Resistencia libanesa.
Las aguas territoriales son parte del país, y el estado libanés tiene plena soberanía sobre este espacio y puede beneficiarse de sus recursos, detalló.
Reiteró que la Resistencia no interviene en la demarcación de la frontera marítima por varias razones. “Nos adheriremos a las decisiones tomadas por el estado del Líbano”, apuntó.
“El enemigo trazó la Línea 1 desde Al-Naqoura y consideró que era su zona marítima, prohibiendo a cualquiera explorar el área después de que el Líbano reclamó sus derechos en la zona”, dijo Sayyed Nasrallah.
“Hubo una restricción de Estados Unidos respecto a la exploración y perforación de petróleo ante el bloqueo al Líbano y presionó al estado libanés para que renunciara a las fronteras y aceptara la Línea 1”, explicó el líder de la Resistencia.
En ese sentido también subrayó que a las empresas que durante años tenían acuerdos firmados para trabajar en los bloques del sur, antes de la demarcación, EE.UU. les prohibió explotarlas.
“El enemigo ejerció su autoridad en esta zona y su hegemonía sobre los bloques que caían en la frontera con el Líbano y los reclamaba como propios”, destacó Sayyed Nasrallah.
Según los datos que circulan, el área entre la Línea 1 y la Línea 23 es de 876 kilómetros cuadrados, agregó. "El primer mediador, Frederick Hoff, propuso una línea que vio planteada como un arreglo, entre la Línea 1 y la Línea 23, dando el 45 por ciento del área al enemigo y el 55 por ciento al Líbano, lo cual era injusto", añadió.
"Los estadounidenses presionaron a todos, pero la postura oficial libanesa se mantuvo en rechazo a la línea de Hoff", subrayó.
Resaltó además la actitud del presidente del parlamento, Nabih Berri, quien durante todas estas negociaciones, no dio una sola concesión y asumió la carga hasta llegar a una etapa en la que anunció el final de su responsabilidad directa en el tema.
Entonces la tarea de dar seguimiento a las negociaciones fue transferida del presidente Berri a Michel Aoun a partir del 22 de septiembre de 2020, recordó. "El asunto pasó de manos seguras a manos seguras, y de un hombre de acero proclamado a otro hombre de acero proclamado", apuntó.
Nueva fase en el proceso de demarcación de las fronteras marítimas
Sayyed Nasrallah recordó que, "después del cambio de la administración estadounidense, el mediador, Amos Hochstein, presentó una nueva propuesta avanzada que se extiende más allá de la propuesta de Hoff, pero no respondió a la propuesta y demandas libanesas, y así comenzó implementando un nuevo enfoque de política exterior en la región y en todo el mundo".
Además, rememoró que en esa etapa, se acercó un barco al campo Karish para comenzar la extracción de petróleo y gas.
En ese momento "la Resistencia asumió una mayor apuesta y una postura firme de que no permitiría que los israelíes extrajeran petróleo de Karish antes de que se haya alcanzado un acuerdo que satisfaga las demandas del Líbano".
El Secretario General agregó que "para el sionista, el anuncio de la resistencia de su nueva posición fue una sorpresa al señalar que el acuerdo discutido debe alcanzarse a través de negociaciones indirectas que respondan a las demandas del Líbano".
En base a esa amenaza, aseguró, estamos frente a una fase completamente nueva, lo cual significa que hemos establecido una ecuación más allá de Karish y todas las instalaciones existentes que pueden ser alcanzadas por los misiles de la Resistencia Islámica Libanesa.
Hizo hincapié en que "la posición oficial libanesa, unida y fuerte, y la amenaza de la Resistencia prácticamente llevaron a poner a ´Israel´ bajo una fuerte presión".
Los israelíes no tenían la capacidad de ir a la guerra o abolir Karish, por lo que la única solución era adherirse a las negociaciones indirectas, destacó.
Sayyed Nasrallah reconoció que las negociaciones nunca fueron fáciles, incluso la firma fue un proceso difícil.
Agregó que "había un gran problema con respecto a la gestión del campo de Qana y la extensión de los derechos del Líbano, mientras tanto, los estadounidenses tenían la intención de implicar al equipo negociador libanés en un proceso de normalización, incluso en la forma más mínima".
Significativamente, el Secretario General señaló que en ciertos momentos, las negociaciones llegaron a un callejón sin salida y estuvimos al borde de una guerra, pero la solidez y firmeza del negociador libanés y los jefes de estado fueron esenciales y simultáneamente el enemigo lanzó amenazas de destrucción masiva, mientras los estadounidenses presionaban al Líbano para que aceptara acuerdos que no estaban a su favor.
Ante esas circuntancias del lado de la Resistencia se lanzaron drones, afirmando que los datos de campo que se acumulaban confirmaban la preparación de una guerra integral, y los israelíes se dieron cuenta de eso.
El líder de la Resistencia subrayó que "Líbano era fuerte, usaba toda su fuerza y era valiente porque no temía todas las presiones estadounidenses y sionistas, ni se dirigía a la guerra".
La posición oficial del estado adoptó las amenazas de la Resistencia, y fue sabia durante las negociaciones y el manejo político de la situación, acotó.
"No cometimos ningún delito y se tomaron medidas al nivel requerido. Cuando el interés nacional requiere eludir las reglas de enfrentamiento, la Resistencia no dudará cuando la situación requiera ir a la guerra", afirmó Sayyed Nasrallah.
Una vez más subrayó que ninguna parte podrá extraer sus recursos naturales si se le impide al Líbano hacerlo.