Congreso peruano ignora tregua pedida por la OEA
La semana próxima se define el destino del presidente Pedro Castillo cuando el parlamento discuta si procede su destitución.
La oposición parlamentaria de Perú ignoró un llamado de la Organización de Estados Americanos (OEA) a una tregua y un diálogo ante la crisis política y dio nuevos pasos al objetivo de vacar (destituir) al presidente Pedro Castillo.
Por una parte, el pleno congresal trató la admisión a debate del tercer intento de vacancia por “permanente incapacidad moral”, que motivó un largo debate en la que legisladores de extrema derecha como Diego Bazán negaron acceder al tardío llamado de la OEA.
El Grupo de Alto Nivel de la @OEA_oficial ha ratificado que mi gobierno viene recibiendo ataques desestabilizadores por un grupo político que hasta hoy desconoce el voto popular y pretende vulnerarlo. (1/4)
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) December 2, 2022
En el debate, los legisladores progresistas cerraron filas contra la vacancia de Castillo y alentaron la opción del diálogo para la gobernabilidad; mientras la nueva primera ministra, Betssy Chávez, convocó a todas las bancadas parlamentarias.
De otro lado, la Comisión de Constitución del Parlamento aprobó inicialmente un proyecto para reglamentar el artículo 114 de la Carta Magna, sobre la suspensión del presidente por incapacidad temporal, como si esta fuera igual a la incapacidad moral.
El proyecto establece que la suspensión temporal se apruebe solo con la mitad más uno del total de congresistas, es decir 66, y no dos tercios (87) requeridos para la vacancia por incapacidad moral.
La misma comisión aprobó preliminarmente una reforma constitucional para adelantar las elecciones de 2026 al año próximo, acortando el mandato del presidente y los congresistas a solo tres años.
El adelanto exigió, sin embargo, por tratarse de una reforma constitucional, ser aprobado en dos legislaturas (semestrales) con una mayoría calificada de dos tercios.
Asimismo, el próximo miércoles el Congreso votará el tema de fondo y definirá si el jefe de Estado debe ser destituido, para lo cual se requiere alcanzar 87 votos.