Francois Hollande confirmó la falta de sinceridad de Occidente
El político francés Francois Asselineau criticó la admisión del expresidente francés sobre el real fin de los acuerdos de Minsk de 2015 y su uso para dar tiempo a Ucrania a fortalecer el ejército.
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El ex presidente francés, Francois Hollande.
La admisión del expresidente de Francia Francois Hollande sobre el real fin de los acuerdos de Minsk y su uso para dar tiempo a Ucrania a fortalecer su ejército, confirma el argumento de Rusia sobre la falta de sinceridad de Occidente, afirmó el político Francois Asselineau.
Para Asselineau, quien encabeza la Unión Republicana del Pueblo Francés, tales confesiones socavan la credibilidad occidental ante el resto del mundo.
Hollande participó directamente en la resolución del conflicto de Donbass y la creación de los acuerdos de Minsk en 2015, patentizó el político francés.
Al repecto, Asselineau afirmó recientemente que estos acuerdos eran necesarios para dar un respiro a Kiev y asegurar la preparación del ejército ucraniano para un nuevo conflicto.
De esta manera el expresidente galo confirmó las palabras de la excanciller de Alemania, Angela Mérkel, quien hace algunas semanas reveló esa verdad.
La declaración de Hollande expone a los países de Occidente y confirma su falsedad, y por lo tanto nadie puede confiar en ellos, agregó Asselineau en una entrevista con la agencia rusa TASS.
Esto le da un peso adicional al presidente ruso, Vladimir Putin, cuando califica a la OTAN como el imperio de las mentiras, añadió.
Ese tipo de confesiones pertenecen a la categoría de secretos de Estado que no deben ser divulgados, sobre todo porque podrían agudizar el conflicto, prosiguió Asselineau.
El jefe de la Unión Republicana del Pueblo Francés expresó su pesar por la ausencia de "honestidad intelectual" entre los líderes de los países y los medios occidentales.
Por esa razón, entiende los argumentos de Rusia en el contexto de la seguridad, comentó.
Asimismo, Asselineau recordó la promesa de líderes occidentales al entonces presidente soviético Mikhail Gorbachev de no expandir las fronteras de la OTAN hacia Rusia, pero eso nunca se cumplió.
Durante el conflicto actual se determinará el destino del futuro orden mundial, el cual estará dirigido por Occidente y bajo la égida de Washington, indicó.
Los acuerdos Minsk-1 y Minsk-2 se firmaron en 2014 y 2015 tras la mediación de Alemania, Francia y Rusia.
Fueron diseñados "supuestamente" para poner fin a los combates entre Kiev y las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk al otorgarles un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Occidente demostró que solo se preocupa por el territorio en Ucrania
Por su parte, el vicepresidente de la cámara alta del parlamento de Rusia Konstantin Kosachev denunció que miles de personas perdieron la vida en Ucrania desde 2014 "porque Occidente trató los acuerdos de Minsk como papel de desecho".
En su cuenta de Telegram, el legislador señaló que para Occidente, la integridad territorial de Ucrania responde al control de la tierra y no con lograr un consenso social y en ese sentido, tal enfoque contradice los llamados valores europeos.
Las actitudes occidentales hacia la integridad territorial del Reino Unido y España son completamente diferentes frente al impulso independentista de Escocia y Cataluña, apuntó.
Las confesiones de Merkel y Hollande formalizan la traición cuyo precio son miles de vidas humanas pérdidas durante los últimos ocho años de guerra civil en Ucrania, denunció el diputado ruso.
Según estimaciones de la ONU, más de 14 mil personas fueron asesinadas en Donbass entre 2014 y principios de 2022.
El único coautor de los acuerdos de Minsk que realmente trató de actuar como garante fue Rusia, afirmó Kosachev.
Moscú se puso junto al pueblo y dejó de lado la cuestión territorial mientras “aún fuera posible implementar el acuerdo de Minsk” , subrayó.
La República Popular de Donetsk y Lugnask, así como las regiones de Zaporozhye y Kherson, se unieron la Federación Rusa en septiembre pasado después de celebrar referéndums.
Kiev y sus patrocinadores occidentales calificaron los votos como una "farsa" y negaron los resultados.
