Vengar la muerte de Suleimani encabeza la agenda del ejército iraní
El ministro de Defensa iraní, general de brigada Mohammad Reza Ashtiani, destacó las acciones de Suleimani para hacer frente al terrorismo en la región.
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El mártir iraní Qassem Suleimani.
La venganza por la sangre del teniente general Qassem Suleimani, encabeza la agenda de las fuerzas armadas. Los involucrados y perpetradores serán castigados por sus acciones, declaró el ministro de Defensa iraní, general de brigada Mohammad Reza Ashtiani.
Por medio de un comunicado con motivo del tercer aniversario del asesinato del excomandante de la Fuerza Quds, Ashtiani destacó las acciones de Suleimani para hacer frente al terrorismo internacional.
La muerte de Suleimani se convirtió en el centro de atención de la opinión pública internacional, especialmente de las nuevas generaciones, además de ejemplo y leyenda para los iraníes y el Eje de la Resistencia, indicó un comunicado del mando del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores recordó papel del mártir en la implementación de las políticas estratégicas de la República Islámica de Irán para establecer la paz y la estabilidad regional e internacional en los mejores niveles.
Estados Unidos planeó y llevó a cabo el ataque terrorista contra el general Suleimani en suelo iraquí cuando realizaba una visita oficial.
En ese sentido, el régimen estadounidense –con base en los estándares legales–, tiene responsabilidad internacional específica por este crimen, indicó la declaración.
La cancillería de la República Islámica –en cooperación con otras instituciones– toma las medidas necesarias basadas en el principio legal de combatir la impunidad de los delincuentes para hacerlos rendir cuentas ante la justicia.
El comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), Qassem Suleimani y el comandante interino de las Unidades de Movilización Popular Iraquíes, conocidas como Hashd al-Shaabi, Abu Mahdi Al-Muhandis, fueron asesinados el 3 de enero de 2020 por orden de Donald Trump en un ataque de la fuerza aérea estadounidense en las proximidades del Aeropuerto Internacional de Bagdad.
