Cuba cerró 2022 con una mortalidad infantil inferior al año anterior
La tasa se fijó en 7,5 por cada mil nacidos vivos y la mortalidad materna también disminuyó a 39 defunciones en 2022.
Cuba registró un leve descenso en la tasa de mortalidad infantil durante 2022, al cerrar con 7,5 por cada mil nacidos vivos frente al 7,6 del año anterior, según datos del Ministerio de Salud Pública.
Las provincias con las mayores tasas fueron Mayabeque (12,2), Santiago de Cuba (9,9), Guantánamo (9,7), La Habana (9,5) y Camagüey (9,1).
En contraste, los índices más bajos correspondieron al municipio especial Isla de la Juventud (2,6) y a las provincias de Cienfuegos (4,3), Holguín (4.5), Sancti Spíritus (4,7), Matanzas (5,0), Artemisa (5,4) y Pinar del Río (5,9).
En el caso de las muertes de infantes menores de un año, las causas principales se atribuyen a afecciones perinatales, relacionadas fundamentalmente con el bajo peso al nacer; la prematuridad y el retardo del crecimiento intrauterino, además de las malformaciones congénitas y la sepsis, detalla el informe.
Cuba mantiene una de las tasas más bajas de mortalidad infantil en el continente americano. En 2017 y 2018 fueron de 4,0; 2019 (5,0); 2020 (4,9), y en los últimos dos ejercicios reportó 7,6 y 7,5, agrega el documento
Respecto a la mortalidad materna, en 2022 se registraron 39 defunciones, 136 menos que el año anterior (175), cuando el país alcanzó un incremento desproporcionado de la pandemia de COVID-19.
Desde el comienzo de la enfermedad se confirmaron en Cuba nueve mil 874 casos positivos en ese sector de la población, de ellas ocho mil 614 embarazadas y mil 260 puérperas (hasta seis semanas después del parto).
Pero, tras el inicio de la vacunación con Abdala, en julio de 2021, se redujo significativamente el número de casos graves y críticos, y la última defunción se registró en octubre de ese año, para una letalidad de 0,9.
Comparativamente con años anteriores, ese indicador se comportó en 2020 con 42 muertes maternas, y 41 en 2019.
Cuba enfrenta una profunda crisis económica causada, principalmente, por los nefastos efectos del bloqueo económico que Estados Unidos le impone desde hace más de seis décadas.
Entre otras muchas trabas, el injustificado cerco a la isla le imposibilita adquirir en el mercado internacional insumos médicos, medicamentos y demás enseres necesarios para garantizar la salud al pueblo.
No obstante, Cuba logró crear sus propias vacunas para inmunizar a su población contra el nuevo coronavirus y a la de muchos países hermanos.