Irán ejecutó al exfuncionario Alireza Akbari acusado de espiar para el Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido. 

La Corte Suprema de la nación lo condenó a muerte por actuar contra la seguridad nacional a cambio de altas sumas de dinero, informó la agencia de noticias Mizan del poder judicial iraní.

Akbari, de nacionalidad iraní y británica, tenía conexión con oficiales de inteligencia en Irán y otros países e inició sus llamadas actividades comerciales y de investigación mientras trabajó en una empresa privada, tras su jubilación en 2002.

Recopiló información para institutos de investigación en Londres cuyos directores eran oficiales de inteligencia.

El espía se reunió con un oficial del MI6 apodado Mark, en Austria y con Richard Dalton, exembajador británico en Teherán.

A los funcionarios de inteligencia británicos les proporcionó datos sobre 178 figuras iraníes, incluidos algunos científicos nucleares, como Mohsen Fajrizadeh, asesinado en el país el 27 de noviembre de 2020 por terroristas israelíes.

La Corte Suprema de Irán confirmó el veredicto de la pena de muerte para el espía basándose en pruebas fundamentadas.