Un total de 69 niñas de las comunidades indígenas en peligro de extinción, Jiw y Nukak, fueron víctimas de abuso sexual en la región del Guaviare, confirmaron las autoridades de Colombia.

Los presuntos delitos fueron cometidos por militares destacados en las zonas de estancia de los grupos autóctonos. El Guaviare es considerado uno de los territorios más convulsos en el conflicto armado de la nación. 

Las primeras informaciones respecto al tema llegaron a finales del pasado año de la mano del periodista Gerardo Reyes, de la cadena Univisión, para generar un aluvión de críticas a la labor del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

La señal de alarma provocó la visita del ICBF a la zona por encargo de la dirección del país. El ente ahora cuenta en sus registros con unos 587 casos de abusos sucedidos en el sitio entre 2018 y 2020. 

Según el ICBF, estos no son los únicos problemas que afectan a quienes pertenecen a las colectividades indígenas ya mencionadas. La crítica situación alimenticia y el consumo de sustancias psicoactivas aparecen  también como causas principales de los abusos.