Un policía y un campesino murieron este jueves en un enfrentamiento en Caquetá, Colombia, en medio de una protesta frente a la compañía Emerald Energy.

Desde hace semanas,  varias comunidades agrícolas y grupos indígenas de San Vicente del Caguán reclamaron a esa empresa británica más inversiones y menos daños en la región.

Los manifestantes retuvieron a empleados y decenas de agentes policiales para exigir atención. 

El presidente Gustavo Petro envió una comisión de los ministerios de Defensa y del Interior y de las Fuerzas Militares para esclarecer posibles faltas disciplinarias de las fuerzas policiales y evaluar la situación.

Gracias a esa gestión los retenidos recuperaron su libertad. En su cuenta de twitter, Petro prometió dialogar con los campesinos sobre sus necesidades y reclamos.

También la Defensoría del Pueblo ofreció servir de mediadora en la solución de la crisis y evitar más violencia.

Paralelamente, el nuevo gobierno de Bogotá impulsa varias reformas para mejorar las condiciones de vida de las zonas rurales y proteger los derechos de sus habitantes.

Emerald Energy, filial del grupo chino Sinochem, tiene compromisos pendientes  en la zona, como pavimentar 40 kilómetros de vías, mejorar la infraestructura y reducir su impacto ambiental.