Trabajadores y estudiantes de Ecuador marcharán este martes por las calles de Quito en rechazo al Gobierno del presidente Guillermo Lasso y su falta de soluciones a los problemas del país.  

La posibilidad de movilización es uno de los derechos humanos refrendados en la Constitución ecuatoriana, y el pueblo hará uso de ella porque se considera en un estado de indefensión, declaró a Prensa Latina Marcela Arellano, presidenta del Frente Unitario de Trabajadores.

Será una marcha pacífica, aseguraron los dirigentes, pero exigirá al presidente Lasso "dar un paso al costado” y salir del poder.

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La líder sindicalista rechazó las acusaciones de provocar desestabilización en el país con las protestas, cuando es el Ejecutivo quien genera inestabilidad por la ausencia de inversiones sociales para paliar la crisis económica, política y de seguridad.

No es el primer reclamo popular de destinar presupuesto para educación, salud, seguridad... y hasta el momento nada, enfatizó Arellano.

También se mostró preocupada con las intenciones de militarizar las calles para combatir la creciente violencia, porque la policía suele reprimir las manifestaciones por la fuerza.