El corresponsal de Al Mayadeen en la Palestina ocupada informó sobre un llamado a manifestaciones este miércoles cerca del aeropuerto Ben Gurion para obstruir el viaje del primer ministro del gobierno de ocupación, Benjamin Netanyahu, a Berlín y Londres.

Cerca de mil académicos israelíes apelaron a los embajadores de Alemania y Gran Bretaña para intentar cancelar esa visita a sus países.

Por su parte, el miembro de la Knesset (poder legislativo  israelí) y exjefe del Estado Mayor Gadi Eisenkot dijo que "Tel Aviv" enfrenta uno de los períodos más peligrosos desde la guerra de Yom Kippur, en octubre de 1973.

Entre tanto, el canal 7 reflejó el ataque del líder del partido "Israel" Beitenu, Avigdor Lieberman, quien en una entrevista radial declaró al gobierno en una crisis legislativo-económica, y aislado en el mundo.

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Estas reacciones suceden luego de la aprobación en la Knesset, de una de las cláusulas de "excepción" más controvertidas en el marco de la reforma del sistema judicial.

La disposición fue votada por 61 legisladores a favor y 52 en contra. Para convertirse en ley debe ser ratificada en una segunda y tercera lecturas.  

Según establece el proyecto, la asesora judicial no puede anunciar la destitución del primer ministro ni impedirle ejercer sus funciones.

Sólo se podrá terminar con las tareas del jefe del gobierno en caso de incapacidad física o psíquica, una vez anunciada la intención por la referida autoridad, o mediante una votación en el gabinete con aprobación del 75 por ciento de los ministros.

También transforma las condiciones para invalidar una ley ordinaria de la Corte Suprema y permitir al parlamento proteger una normativa de cualquier nulidad mediante un proceso  sancionado por la mayoría simple (61 diputados de 120).

Si el primer ministro anuncia su oposición en la reunión del gabinete, la decisión va al pleno del legislativo, donde la imposibilidad debe ser respaldada por 90 de sus miembros.