Más inquilinos para megacárcel en El Salvador
El nuevo Centro de Confinamiento del Terrorismo albergará 40 mil supuestos pandilleros, más de la mitad de los detenidos en el último año bajo el régimen de excepción aprobado por el Congreso, a pedido del presidente Bukele.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, reportó este miércoles el traslado de otros dos mil prisioneros hacia la megacárcel estatal construida en Tecoluca, al sureste de la capital.
Ya son cuatro mil pandilleros en el recinto más criticado del mundo, reconoció Bukele al divulgar en Twitter imágenes del traslado desde el penal de Izalco hasta el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Este día, en un nuevo operativo, trasladamos al segundo grupo de 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 15, 2023
Con esto, ya son 4,000 pandilleros los que habitan la cárcel más criticada del mundo. pic.twitter.com/A2oTUIYubW
Según su ministro de Defensa, René Francis Merino, mil 200 militares brindaron seguridad al operativo por tierra, seguidos desde el aire por tres helicópteros de la Fuerza Aérea.
El primer movimiento hacia el nuevo presidio ocurrió el 24 de febrero pasado, inauguración presidida por el propio mandatario.
Con capacidad para 40 mil presos, el Cecot está dotado de alta tecnología para la vigilancia y mantiene un severo régimen de reclusión, denunciado por organismos de derechos humanos.
Bukele calificó la instalación como "la más grande de América", diseñada para acabar con las bandas criminales en el país.
Su función es recluir más de la mitad de los 65 mil supuestos pandilleros detenidos bajo el régimen de excepción aprobado por el Congreso en marzo de 2022, en respuesta a una escalada de tres días de violencia que costó la vida a 87 personas.
La medida, solicitada por el jefe de Gobierno autorizó a las fuerzas policiales a efectuar detenciones sin orden judicial.
El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, pidió este miércoles otra extensión por 30 días más.
Para construir la megacárcel el gobierno compró 166 hectáreas de terreno y construyó ocho pabellones dentro de un muro de concreto de 11 metros de altura y más de dos kilómetros de extensión, protegido por alambradas electrificadas.