Aumentaron a 16 las víctimas fatales del sismo en Ecuador
El presidente Guillermo Lasso recorrió las zonas más afectadas por el temblor y agradeció la solidaridad de otras naciones.
A 16 asciende la cifra de víctimas mortales en Ecuador por un sismo de magnitud 6,5 en la escala de Richter ocurrido este sábado.
Según reportes de la agencia Prensa Latina, hubo más de 380 personas heridas y afectaciones en 90 viviendas, 50 unidades educativas y 31 centros de salud, números que pueden subir en las siguientes horas.
La agencia latinoamericana informó también sobre el recorrido del presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, por las provincias afectadas y su anuncio de activación de los fondos de emergencia para los ámbitos de salud y vivienda.
El mandatario agradeció las muestras de solidaridad de varias naciones tras el suceso, cuyo epicentro fue localizado en la ciudad de Balaos, provincia de Guayas, con una profundidad de 44 kilómetros.
También organizaciones internas se movilizaron para prestar ayuda, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).
El temblor ocurrió al mediodía del sábado 18, y se sintió en 13 de las 24 provincias del país, así como sus siete réplicas, de magnitudes entre 2,6 y 4,6 segun informes del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
La sureña provincia de Oro fue la más afectada. En general se reportaron colapsos de fachadas, rotura de vidrios, fisuras en paredes, y daños a las redes técnicas.
Alerta temprana
Por primera vez, el IG ecuatoriano supo de inmediato sobre el suceso mediante un novedoso Sistema de Alerta Temprana (SAT), activable en teléfonos con tecnología Android a través de Google.
Este sistema utiliza los sensores de los teléfonos inteligentes como los acelerómetros capaces de detectar vibraciones, cambios de posición del dispositivo y velocidad de movimiento, datos procesados por un algoritmo para avisar sobre movimientos característicos de un terremoto, incluso los no perceptibles para los humanos.
Los SAT no predicen la ocurrencia de sismos, pero permiten una ventana de segundos o minutos (según la distancia al foco) para prepararse antes de las ondas sísmicas destructivas.