Manifestaciones frente al Banco Central del Líbano
El ejército tomó todas las instalaciones de la compañía libanesa de Telecomunicaciones, donde se organizó una huelga indefinida.
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El ejército libanés tomó instalaciones en huelga.
La junta directiva del sindicato libanés Ogero realizó una reunión de emergencia para evaluar los acontecimientos durante el inicio de la huelga abierta indefinida, decretada por el ente obrero en la compañía de telecomunicaciones del Líbano.
El último suceso evaluado fue la declaración del ministro de Comunicaciones, Johnny Al-Qarm, de entregar al ejército los centros de esa empresa con una advertencia: el país no soportaría su colapso.
"Bienvenido el ejército, protector de la patria y fortaleza firme e inexpugnable. Todas las instalaciones, desde la oficina principal hasta la última sucursal del país están a su disposición", declaró la directiva, y confirmó la continuación del paro sindical y la disposición a seguir las negociaciones cuando la gente se calme.
El ministro libanés hizo un llamado a los funcionarios del Ministerio de Finanzas y de la Oficina del Primer Ministro para acelerar de inmediato la implementación de las decisiones tomadas durante las reuniones del gabinete, porque la procrastinación conduciría a la eliminación de Ogero, alertó.
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En su comunicación sobre el suceso, el titular dijo no estar dispuesto a privar a cinco millones de ciudadanos de su derecho a Internet por una huelga de empleados, mucho menos a ver al Líbano aislado del mundo exterior. "No aceptaré que ninguna institución, estudiante, hogar o empresa se desvincule del servicio", insistió.
El anuncio fue precedido por protestas de jubilados del sector público frente al Banco Central del Líbano, incluso intentaron asaltar su patio.
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El corresponsal de Al Mayadeen en Beirut desciribió esa manifestación como la más grande en muchos años.
Desde septiembre pasado, las incursiones a los bancos libaneses se repiten, luego de una directiva para prohibir la entrega del dinero depositado en dólares a los clientes, como parte de una dura política derivada del colapso financiero del país.
