Brasil no aprobó encerrona contra Rusia en Cumbre de la Democracia
El presidente Luiz Inácio Lula Da Silva recusó firmar la declaración final del encuentro, y llamó al diálogo político como mejor camino para la construcción de consensos.
El Gobierno de Brasil recusó participar en la condena internacional a Rusia impulsada por Estados Unidos para sellar la declaración final de la llamada Cumbre por la Democracia.
Según fuentes diplomáticas citadas por el diario brasileño O Globo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no estuvo de acuerdo en usar el foro para castigar a Moscú.
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Las intenciones de la Cumbre siempre estuvieron claras, dada la exclusión de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, hostiles desde el punto de vista de la Casa Blanca, y las recientes maniobras de funcionarios cercanos a Biden para ganar el favor de naciones invitadas, analizaron otros medios locales.
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O Globo mencionó una carta enviada por Lula al comité organizador del magno evento para declarar su rechazo a la instrumentalización política de debates sobre la democracia.
Atravesamos un momento de amenazas de una nueva Guerra Fría y de lo inevitable de un conflicto armado, detalló en su misiva el mandatario, y recordó los costos de la primera gran guerra en armas, en detrimento de las inversiones sociales.
La bandera de la defensa de la democracia no puede ser utilizada para levantar muros ni crear divisiones, insistió en el texto, y llamó al diálogo político como mejor camino para la construcción de consensos.
El 25 de febrero pasado, Lula propuso una negociación para poner fin al conflicto armado entre Rusia y Ucrania, al cumplirse un año del comienzo de las hostilidades.
Antes recalcó la vocación neutral de Brasil y rehusó enviar municiones de tanque Leopard 1 a Ucrania, como demandaba Occidente, para mantener su estatus de nación de paz.
En reunión con el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente sudamericano propuso crear un mecanismo multilateral para mediar un acuerdo de paz en la contienda bélica.
El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó la operación militar especial contra Ucrania en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por el Kremlin, con el objetivo de defender a la población de Donbás.