Asesinan a balazos a líder de la etnia asháninka en Perú
Según las versiones de las autoridades locales, dos hombre encapuchados ultimaron en su vivienda a Santiago Camilo Contoricón Antúnez, para luego huir del lugar en motocicletas.
El líder indígena de la etnia asháninka y exconsejero del departamento de Junín por Satipo, Santiago Camilo Contoricón Antúnez, fue asesinado a balazos en su vivienda en el distrito de Río Tambo, en el poblado de Puerto Ocopa, en Perú.
Según versiones de las autoridades locales, dos hombres encapuchados acribillaron a balazos a Contoricón Antúnez, para luego huir del lugar a bordo de dos motocicletas.
#PueblosIndígenas Santiago Contoricón, asháninka que participó activamente en la pacificación de #SelvaCentral fue asesinado de 5 disparos en su vivienda en el sectoe de Puerto Ocopa en #RíoTambo, Junín. Él era parte del Comité de Autodefensa de esta comunidad nativa. pic.twitter.com/be0LcGQCkz
— Masdata Periodismo Independiente (@MasdataI) April 9, 2023
Antúnez, quien también fue alcalde del distrito de Río Tambo, era parte del Comité de Autodefensa de la comunidad nativa de Puerto Ocopa y emprendió una lucha contra la inseguridad en el Vraem.
El Vraem, sigla abreviada para la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, es una región geopolítica en el centro de Perú, donde operan grupos armados irregulares.
El líder indígena cumplió una destacable labor a favor de la pacificación de la Selva Central durante el conflicto armado interno en las dos últimas décadas del pasado siglo, en las cuales los asháninkas fueron secuestrados por el grupo armado Sendero Luminoso.
Cuando miles de asháninkas fallecieron a manos de ese grupo paramilitar, el empeño de Contoricón fue vital para recuperar la libertad de niños, jóvenes y madres, quienes se ocultaron en el bosque para huir de la violencia.
En el conflicto armado interno en Perú, más de seis mil integrantes de ese pueblo indígena, el más numeroso de la Amazonía, fallecieron a causa de la violencia terrorista y el fuego cruzado entre militares y subversivos instalados en su territorio, especialmente en la selva central.
Además, alrededor de cinco mil resultaron secuestrados por el grupo Sendero Luminoso, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).