Herzog: Esta es la crisis interna más grave de la historia en "Israel"
El jefe de la entidad de ocupación rechazó una oferta para renunciar a su cargo, y el exmiembro de la Knesset y jefe de personal, Gadi Eisenkot, confirmó que la disuasión israelí ha sido dañada.
La crisis interna que atraviesa "Israel" es una de las más graves en la historia y afecta a varios sectores de la vida, aseguró el presidente de la entidad sionista, Isaac Herzog.
"Si los contactos no logran resolver la situación no me avergonzaré de decir quién es el culpable", declaró en exclusiva al diario Yedioth Ahronoth.
Herzog rechazó una oferta para renunciar a su cargo, y comentó "disfruto de una gran confianza entre el público de todos los grupos".
En respuesta a la pregunta de si considera que la asesora legal del gobierno de ocupación, Gali Beharev Mayara, cometió un error al no permitir la intervención de Benjamín Netanyahu en el golpe judicial, respondió: "pensé que era correcto, él es el primer ministro, el jefe de la autoridad ejecutiva".
Peligrosa situación de seguridad
Para el miembro de la Knesset y exjefe de Estado Mayor, Gadi Eisenkot, la situación de seguridad es la más peligrosa desde el final de la Guerra de Yom Kippur (Guerra de Liberación de octubre de 1973).
Eisenkot declaró al canal 12: algo ha sucedido que no había pasado desde el establecimiento de "Israel", porque la División de Inteligencia emitió una advertencia estratégica indicando que la disuación israelí ha sido dañada".
"Una confrontación en múltiples frentes es algo no predecible, pero las declaraciones del secretario general de Hizbullah, Hassan Nasrallah, van en esa dirección", comentó a mediados de mes, el exministro de seguridad Avigdir Lieberman.
Para el exministro del gobierno de Netanyahu es incapaz de confrontación, y el gabinete encargado de manejar la guerra no tiene conocimiento, capacidad o experiencia, y no puede maniobrar el asunto".
La disputa interna israelí por las enmiendas judiciales se agudiza, mientras la protesta política contra ellas se intensifica en la Knesset y en la calle, a pesar del anuncio de Netanyahu de dejar de implementarlas hasta la sesión de verano que finaliza el próximo julio.