Gran Bretaña vive una de las peores crisis económicas de su historia
En uno de los países más ricos del mundo, la clase trabajadora tiene dificultades para alimentar a sus hijos.
Gran Bretaña sufre la peor inflación de las últimas cuatro décadas, y la crisis generada afecta a un creciente número de personas.
El alto costo de los alimentos bate récords en los últimos meses y las señales de angustia se ven por todas partes.
Según Trussell Trust, la red más grande de bancos de alimentos en esa nación europea, la cantidad de paquetes de provisiones distribuidos en los primeros tres meses del año aumentó un 37 por ciento, el doble de la cantidad anual entregada en los últimos cinco años.
La institución humanitaria apoya mil 300 espacios para entregar comida en todo Reino Unido.
Más de un millón de estas ayudas llegaron a los niños, y en el transcurso de un año, 760 mil personas recurrieron por primera vez a estos bancos.
Este aumento sin precedentes incluye a miles de ciudadanos con empleo, pero incapaces de equilibrar sus bajos ingresos ante el alto costo de vida.
La creciente inflación supera los aumentos salariales para casi todos los trabajadores. Según datos oficiales aportados en fecha reciente, la desvalorización de los precios al consumidor en Gran Bretaña cayó al 10,1 por ciento en marzo.
Los costos de las provisiones indispensables y bebidas no alcohólicas aumentaron un 19,1 por ciento en marzo, en comparación con su nivel un año antes, marcando el mayor aumento desde agosto de 1977.
También los precios de los comestibles crecieron en 17,3 por ciento, solo durante el mes de abril.