Exmilitares de EE.UU. trabajan para regímenes despóticos extranjeros
Más de 500 militares estadounidenses retirados aceptaron trabajos con gobiernos extranjeros represivos, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, desde 2015, reveló The Washington Post.
Cientos de militares estadounidenses retirados aceptaron empleos bien remunerados en los servicios armados de gobiernos extranjeros, según reveló un informe publicado por The Washington Post.
Más de 500 uniformados, incluidos exgenerales y almirantes, cooperaron con regímenes represivos como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) desde 2015, precisó la prublicación.
Los detalles sobre los lucrativos contratos fueron hallados entre los registros revelados por el Departamento de Defensa por primera vez en respuesta a los hallazgos del diario y las demandas de algunos legisladores.
Durante la audiencia celebrada el miércoles, cuatro de los principales abogados del Pentágono interrogados por miembros del Congreso respondieron a preguntas sobre los permisos otorgados a antiguos empleados para laborar en el exterior.
En la lista obtenida por los congresistas, 77 altos cargos (generales y almirantes) estuvieron involucrados en ese tipo de actividades desde 2012.
Un exSEAL de la Marina ganó 258 mil dólares al año como asesor de operaciones especiales para Arabia Saudita. Un excoronel de la Fuerza Aérea recibió 300 mil dólares, en el mismo período, por colaborar para una empresa de satélites de propiedad rusa, declaró la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren.
El gobierno de Australia, por ejemplo, ofreció a exaltos cargos de la armada más de 10 millones de dólares por contratos de consultoría.
En Azerbaiyán, a un general retirado le ofrecieron un trabajo similar con un pago de cinco mil dólares al día.
De los 47 países relacionados en el informe, más de la mitad de las autorizaciones eran para ocuparse en EAU.
Como desveló otro informe clasificado de los servicios de inteligencia, publicado también por The Washington Post, el año pasado 15 exgenerales y almirantes asistieron de manera directa al Ministerio saudita de Defensa.
Entre los asesores a sueldo del reino están los generales retirados James L. Jones, asesor de seguridad nacional del presidente Barack Obama, y Keith Alexander, quien dirigió la Agencia de Seguridad Nacional bajo el mandato de George W. Bush, según documentos obtenidos por la publicación en virtud de demandas basadas en la Ley de Libertad de Información.
Solo Alexander aseguró dos millones de dólares en acuerdos de consultoría con gobiernos extranjeros después de dejar el cargo, incluido un contrato de 700 mil dólares para asesorar a Riad sobre seguridad cibernética después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
El general Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional en el gobierno de Donald Trump, recibió unos 450 mil dólares de fuentes rusas y turcas en 2015, un año después de retirarse del Ejército, según el diario.
En diciembre de 2017, Flynn aceptó su culpa por mentir al FBI sobre sus vínculos con un embajador ruso. Trump indultó a Flynn en noviembre de 2020.
Conforme a la ley federal estadounidense, el personal militar retirado de EE.UU. no puede recibir honorarios de consultoría, regalos, puestos de trabajo o títulos de gobiernos extranjeros sin la aprobación expresa del Congreso.
De las 500 solicitudes desde 2015, alrededor del 95 por ciento fueron aprobadas. También algunas personas negociaron puestos de trabajo con gobiernos extranjeros mientras aún estaban en servicio activo, descubrió The Washington Post.
En todo esto hay algo muy cierto, no hay sanciones por infringir la ley y su aplicación es poco frecuente, señaló el documento.