Siria - Irán: Apuntes sobre una relación estratégica
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, realiza una visita oficial a Damasco, oportunidad ideal para reafirmar los lazos estratégicos, basados en principios comunes y en el espíritu de resistencia entre los pueblos.
Desde finales de la década de los 80, Siria e Irán construyeron una alianza estratégica y cooperaron en el fortalecimiento de su posición en el Medio Oriente contra la hegemonía de Estados Unidos, “Israel” y sus herramientas regionales.
Sin embargo, en el contexto de la agresión imperial contra la nación levantina (iniciada en 2011), las potencias occidentales encaminaron sus esfuerzos a desvirtuar la raíz histórica de esa hermandad y fomentaron campañas mediáticas encaminadas a marginar a los dos estados a escala regional e internacional.
Cuando en 1979 triunfó la revolución islámica en Irán, el gobierno sirio fue el primero en la región y el segundo en el mundo en reconocerla.
Durante el conflicto iraquí-iraní, Damasco también manifestó su apoyo a Irán y calificó de injustificada la agresión contra Teherán.
La guerra israelí de 2006 contra El Líbano fue otra suerte de evidencia solidaria entre Siria, Irán y Hizbullah.
Conforme al investigador israelí Yakov Amidror, el eje sirio-iraní-libanés resultó en un cambio estratégico en las tácticas de la resistencia y demostró ser una amenaza real para “Tel Aviv”, sobre todo con su ayuda a la Resistencia palestina.
La lucha contra el terrorismo
Tras los atentados del 11 de septiembre 2001 en Estados Unidos, ocurrieron cambios importantes en la escena política internacional. Washington declaró su “guerra contra el terrorismo” e invadió Afganistán en 2001 e Irak en 2003.
Las autoridades sirias no demostraron flexibilidad ninguna respecto a las directivas de Washington y denunciaron el criminal objetivo: iniciar un cerco occidental contra el mundo árabe.
A partir de ahí, la alianza entre las dos naciones fue más sólida. Ambas priorizaron varios acuerdos militares y probaron la capacidad de influir en el conflicto árabe-israelí.
En 2011, después del estallido de la guerra en Siria, analistas occidentales pronosticaron la caída del gobierno de Damasco y por extensión de Teherán, y también la fractura de Hizbullah ante imposibilidad de recibir apoyo.
Al respecto, en más de una ocasión, el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, advirtió contra la campaña iniciada por medios árabes y occidentales en torno a la supuesta intención de Irán de dominar y controlar a Siria.
El propósito enemigo era fomentar confusión dentro del Eje de la Resistencia. Hoy la unidad sirio-iraní es indisoluble, señaló.
Relaciones bilaterales
Según el Ministerio de Economía y Comercio de Siria, en 1995 Damasco y Teherán firmaron 40 acuerdos de cooperación mutua en las áreas de telecomunicaciones, intercambio de investigaciones científicas, transportación, construcción de nuevas plantas de energía y petróleo.
Siria importa desde Irán materiales de construcción, generadores de energía, vehículos de uso industrial, puentes de acero industriales, Polystyrene y otras partículas de uso industrial.
Un encuentro impostergable
A principios de abril, el presidente sirio Bashar al-Assad y su homólogo iraní Ebrahim Raisi dialogaron, vía telefónica, acerca de las relaciones bilaterales y los acontecimientos en la región, a la luz de la atmósfera política positiva prevaleciente.
Para los dirigentes, la convergencia iraní-siria debe apuntar a la continuidad de la coordinación y consultas en beneficio de los dos países y de la región en general. También coincidieron en dictaminar el fin del sistema unipolar a escala mundial, gracias a la vigilancia de países aferrados a su soberanía y dignidad.
El mundo árabe e islámico asiste hoy a un encuentro histórico e impostergable. Raisi realiza una visita oficial a Damasco, oportunidad ideal para reafirmar los lazos estratégicos, basados en principios comunes y en el espíritu de resistencia entre los pueblos.