La paz de Colombia debe gestionarse directo con su pueblo
En la primera jornada de negociaciones en La Habana, representantes del Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional coincidieron en el carácter social del diálogo para lograr una paz efectiva y respetuosa para todas las partes.
Las representaciones del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) coincidieron en la importancia de involucrar a toda la sociedad para lograr una paz sostenible y respetuosa, según trascendió durante el inicio del tercer ciclo de conversaciones, en desarrollo en La Habana, Cuba, desde este martes.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, dio la bienvenida a ambas delegaciones y a los representantes de los países garantes, y ratificó el rol de su gobierno como anfitrión discreto, imparcial y respetuoso de la voluntad de las partes, según reportó la agencia Prensa Latina (PL).
El jefe de delegación del ELN, Pablo Beltrán, subrayó la perseverancia e insistencia de la sociedad colombiana en este proceso, de interés para todos, y propuso un diálogo serio, donde se escuche a quienes jamás han tenido voz ni posibilidades de decisión sobre los destinos del país.
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También aseguró, en nombre de su equipo, la plena disposición de lograr la meta esencial enunciada desde México: un cese del fuego con participación social.
Para ello, deseó respeto y comprensión de ambos lados, con la mira puesta en cumplir los acuerdos y compromisos con la nación.
Entre todos puede construirse un Gran Acuerdo Nacional para garantizar la paz definitiva y realizar las transformaciones socio económicas necesarias para construir una democracia participativa, dijo Beltrán, citado por PL.
De ese modo el país saldrá de la espiral de violencia alimentada por los enemigos de los cambios y de los diálogos de paz, recalcó.
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Salir del fuego cruzado
En nombre del Gobierno colombiano intervino la senadora María José Pizarro, quien definió la paz anhelada por su pueblo como una posibilidad de salir del fuego cruzado, habitar con tranquilidad sus barrios y veredas, reconstruir la cultura y retornar a los territorios abandonados en estas décadas por millones de personas para engrosar los cordones de miseria.
La mejor forma de contribuir con soluciones al conflicto armado es culminar este tercer ciclo con el acuerdo para la participación de la sociedad, la construcción de la paz con el ELN y el acuerdo del cese al fuego, cuyo eje fundamental es evitar el sufrimiento de la población con la guerra, puntualizó Pizarro.
Esta vez no se trata de humanizar la guerra, sino de generar dinámicas humanitarias y una cultura donde la violencia repugne, acotó. Tales son las respuestas demandadas por el pueblo.
"La mesa de diálogo debe salir de Cuba hacia Colombia, para construir con las gentes de nuestra tierra la paz posible, soñada por décadas", enfatizó la vocera del Gobierno.