Ex primera ministra británica visita Taiwán para provocar a China
Liz Truss llamó a potenciar la cooperación militar con la isla rebelde y crear una especie de OTAN económica para frenar el poderío de Beijing.
La ex primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, llamó a crear entre Occidente y sus aliados una especie de OTAN económica para frenar el poderío de China.
En una visita de cinco días a Taiwán (isla considerada por Beijing como provincia rebelde y una de sus líneas rojas en materia diplomática), Truss compartió una abierta provocación al gobierno chino en estos asuntos.
También expresó su desconfianza en el Consejo de Seguridad de la ONU y la Organización Mundial de Comercio (OMC) cuando se trata de atacar los intereses del principal motor de la economía asiática, lo cual respalda su idea de crear una "red de libertad", al margen de esos organismos internacionales.
En su opinión, el Grupo de los Siete (G7) necesita cooperar con esos planes y dejar atrás el tiempo de entendimientos entre Occidente y el gigante asiático.
En esa cuerda, incitó a incrementar el respaldo a Taiwán en materia militar, para asegurar el poder de disuasión del bloque europeo en el mar de China Meridional.
LEA TAMBIÉN: Fiebre de guerra: ¿Taiwán después de Ucrania?
Por su parte, la Cancillería china denunció la visita de Truss a la isla como una maniobra para llamar la atención y servir a intereses políticos egoístas.
Al decir del portavoz de ese ministerio, Wang Wenbin, "cuando las figuras políticas británicas pierden popularidad, usan Taiwán para hacerse recordar".
A la par, su embajada en Londres calificó el viaje de espectáculo peligroso, sobre todo para Reino Unido.
La visita de Truss cuenta como la primera de un exlíder británico a suelo taiwanés en 27 años, y fue mal visto también por sus coterráneos.
La presidenta de la comisión para Asuntos exteriores del Parlamento, Alicia Kearns, criticó el show en las redes, y calificó el paseo como "diplomacia de Instagram".
Reino Unido no está entre las 13 naciones que eligieron tratar a Taiwán como estado independiente, como tampoco lo hacen las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.