Combates continúan en Sudán pese a tregua
De acuerdo con analistas no hay alto al fuego y existe una brecha profunda entre la realidad sobre el terreno y la diplomacia en Jeddah.
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Densas nubes de humo negro por los combates son recurrentes en todo el país, sobre todo en Karthum, la capital, desde el 15 de abril pasado.
Los combates continúan en Sudán a pesar de la tregua prorrogada una vez más para intentar entregar ayuda humanitaria vital a los pobladores en críticas condiciones de vida, tras un mes y medio de conflicto entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
De acuerdo con analistas no hay alto al fuego en Sudán y existe una brecha profunda entre la realidad sobre el terreno y la diplomacia en Jeddah, en referencia a la ciudad saudita donde se pactó la tregua.
Según el comandante en jefe del Ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, las Fuerzas Armadas aún no utilizaron toda su fuerza letal en su conflicto contra las FAR, pero pueden tomar acciones más letales.
Durante una inspección a sitios del ejército, Al-Burhan declaró que las divisiones militares aún mantienen sus fuerzas completas y extienden su control sobre todo el país.
Qatar apoya los esfuerzos de Arabia Saudita para calmar la situación en Sudán
Por su parte, el portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majid Al-Ansari, reafirmó el apoyo de su país a los esfuerzos sauditas para calmar y alcanzar un alto el fuego en Sudán.
De acuerdo con Al-Ansari las conversaciones entre el enviado del Consejo de Soberanía de Sudán, embajador Daffallah Al-Haj Ali, con el ministro de Estado de Relaciones Exteriores qatarí, Sultan Al-Muraikhi, en Doha, abordaron posibles soluciones a la crisis especialmente el aspecto humanitario y el alto el fuego.
El funcionario subrayó la apertura de Qatar a todas las partes sudanesas, pero en el marco de los esfuerzos emprendidos por Arabia Saudita y los Estados Unidos en este sentido.
El 15 de abril pasado estallaron los enfrentamientos violentos especialmente en la capital, Khartum, y cientos de civiles murieron y otros miles están heridos.
Además, millones de sudaneses huyeron a naciones vecinas o a sitios remotos del país donde no existen las condiciones mínimas para vivir.
