Califican de precarias las cárceles en República Dominicana
La Oficina Nacional de Defensa Pública reveló que cerca del 70 por ciento de los presos dominicanos viven en hacinamiento, y la mayoría tiene problemas graves de salud.
Las personas privadas de libertad en cárceles de Republica Dominicana viven en condiciones muy precarias, alertó el presidente de la Corte Suprema de Justicia de ese país, Luis Henry Molina.
La situación del sistema penitenciario es una preocupación para el Poder Judicial, y debería serlo para todo el Estado y la sociedad, insistió Molina.
Según un reporte de Prensa Latina, la Oficina Nacional de Defensa Pública reveló en abril pasado que cerca del 70 por ciento de los presos dominicanos viven en hacinamiento, y la mayoría tiene problemas graves de salud.
Como trascendió también, algunos fallecen sin ser tomados en cuenta por los jueces de Ejecución de la Pena para un cambio de régimen de cumplimiento por enfermedad o por edad.
De acuerdo con esa entidad, en muchas penitenciarías de República Dominicana se informa sobre torturas, tratos crueles, inhumanos, degradantes y falta de acceso a la atención médica.
En comunicación enviada al director de esa Oficina Nacional, Rodolfo Valentín, Molina calificó de alentadora la labor de las instituciones cuando buscan mejoras en el régimen de justicia.
En ese sentido, el programa de Optimización Procesal Penal constituye una muestra del compromiso de ese organismo con la renovación de las cárceles.
Consideró la información actualizada sobre el estado de las prisiones una herramienta valiosa para el perfeccionamiento de políticas públicas y acciones para aliviar las condiciones de vida de los prisioneros.
De otra parte, el reconocido jurista dominicano Cándido Simón consideró el informe como una confirmación del fracaso de la pena de prisión en esas condiciones porque “no reeduca, no rehabilita y no reincorpora”.
De acuerdo con indagaciones realizadas por su estudio de abogados, el porcentaje de presos preventivos (sin confirmar el delito) supera el 70 por ciento en América Latina, a pesar de las reformas constitucionales y procesales.
Sin embargo, opinó, la calidad de la democracia de un país no se mide por la cantidad de personas en las celdas, sino en libertad.