Padre de Mohammed Al-Durra: Mi hijo es un símbolo del levantamiento
En diálogo con la Red Al Mayadeen, Jamal Al-Durra recordó la última conversación con su hijo mártir, y confirmó que la intifada continuará hasta la liberación.
"Muhammad Al-Durra no solo es el hijo de la familia Al-Durra, es también el hijo de la causa palestina, el hijo del pueblo palestino, el hijo de las naciones árabes e islámicas, y el hijo del mundo libre", aseguró Jamal Al-Durra, padre de ese pequeño mártir.
Hay cientos de niños como Muhammad, martirizados en su tierra, lamentó en entrevista concedida a Al Mayadeen en el marco del Foro Internacional de Embajadores del Retorno a Palestina.
El entonces joven padre y su hijo de 12 años quedaron atrapados en un tiroteo salvaje de las tropas sionistas en una calle de Gaza, a dos días del inicio de la segunda Intifada, el 30 de septiembre de 2000.
Según contó a Al Mayadeen, ese día salieron juntos a comprar un automóvil nuevo, y ya de regreso, en la calle Salah Al-Din, al sur de la ciudad, las fuerzas de ocupación israelíes los rodearon y el zumbido de las balas les llegó de todas las direcciones.
Ambos corrieron para refugiarse tras un pequello tanque de hormigón a fin de protegerse de la brutalidad militar. Pero el intento de poner su cuerpo de escudo para el menor fue en vano: 45 minutos después moría en su regazo, mientras él recibía heridas muy graves, cuyas secuelas aun sufre.
El suceso estremeció al mundo y devino un ícono de aquella gesta heroica, pues fue filmado y transmitido en vivo por el Canal France 2.
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Aquel crimen deliberado convirtió a Mohammed al-Durra en uno de los símbolos más importantes de la segunda intifada, sublevación que duró hasta principios de 2005 y costó la vida a más de cuatro mil palestinos.
En un momento de su entrevista, Al-Durra relató a Al-Mayadeen cómo su hijo intentó inspirarlo y tranquilizarlo: "No temas, eres fuerte", le decía el adolescente.
También recordó las habilidades de Mohammed, su resistencia inconmensurable en las montañas. Pero eso "no lo ayudó a resistir las balas: fue martirizado y su cuerpo estaba lleno de balas", rememoró conmovido.
El padre describió la escena del martirio como dolorosa y cruel. El tiroteo fue más fuerte que una lluvia: 45 minutos sin detenerse. La ocupación quería deshacerse de mí y de Mohammed de cualquier manera", recordó indignado.
"Mohammed me preguntó: ¿por qué estos perros nos disparan? Repitió la pregunta tres veces, pero no pude responderle. Mi preocupación era protegerlo de la lluvia de balas", valoró en retrospectiva, a casi 23 años del terrible momento.
El padre del mártir explicó cómo estaba recibiendo balas en todo el cuerpo y en la mano (extendida por instinto para proteger al menor), y cuando su hijo fue alcanzado por la primera bala en su rodilla derecha, gritó: "Los perros me golpearon".
Según contó el padre, intentó darle esperanzas: "No tengas miedo, hijo, hay una ambulancia que nos sacará de este lugar", a lo cual Mohammed respondió: "No tengo miedo, padre mío, tú eres fuerte como un oso".
Con esa frase, su hijo le había dado fuerzas en el período más difícil de su vida, y esas palabras nunca las olvidará, aseguró este ejemplo de padre palestino.
Para Jamal Al-Durra, el peor momento fue ver al chico tirado en el suelo con un gran agujero en la espalda, y entender que había sido martirizado: "Sacudí la cabeza de izquierda a derecha. Ya no me quedaba nada para defenderlo".
Sobre el video, Jamal consideró una obra de Dios la oportunidad de mostrar al mundo cuán nazi es la ocupación israelí, porque además no pudo despedirse de su hijo debido a sus graves heridas en ese momento.
"Hasta este momento tengo dolor, y a veces me preocupa abrir la tumba, verla y despedirme de ella", confesó.
Años después, Jamal tuvo un nuevo hijo, a quien llamó Muhammad para honrar al niño mártir, y como es muy similar a su hermano en cualidades y rasgos personales, mantiene la presencia de los dos en la mente de todos.
Al-Durra confirmó a Al Mayadeen el hostigamiento frecuente de la ocupación a su familia en los movimientos a Gaza y los controles en el cruce hacia Egipto: "Solíamos sufrir durante el viaje de ida y el regreso, y nos sometían a interrogatorios durante horas".
Su hogar fue destruido durante la guerra de 2008-2009, y también fue alcanzado por proyectiles y disparos de tanques en 2014.
El levantamiento del pueblo palestino continúa
Para el padre del mártir Mohammed Al-Durra, el levantamiento del pueblo palestino no se detuvo durante este período de 75 años de ocupación israelí, y continuará hasta la etapa de liberación.
En su criterio, el ente cree que cuando los adultos mueren, los pequeños olvidan, pero no es así: los jóvenes de Palestina hoy, y sus hijos, son quienes la defienden y sacrifican sus vidas por la causa, aseveró.
También dio fe de la presencia en toda Palestina de una sólida resistencia frente a la ocupación, no solo en Cisjordania, sino en todos los territorios usurpados desde 1948 y en la Franja de Gaza.
"Hay una resistencia ardiente bajo los pies de los sionistas, y todo el mundo vio los cohetes de las facciones palestinas destruyendo la profundidad israelí", advirtió.
Por eso hoy percibe el terror del régimen de "Israel", debido a la resistencia y sus cohetes por un lado, y la intifada latente en los territorios ocupados, por el otro.
Al cierre de la entrevista, Jamal Al-Durra concluyó: "a lo largo de su historia, la ocupación jamás experimentó nada como lo vivido en los últimos años". Y agregó: "El pueblo palestino la derribó y todos lo vieron".