Refuerzan lucha contra tráfico de migrantes en selva de Panamá
Nuevo esfuerzo para controlar la migración irregular a través del peligroso Tapón del Darién, selva que se extiende por la frontera oriental panameña con Colombia.
Panamá dio a conocer un nuevo plan para controlar la migración irregular a través del traicionero Tapón del Darién, xzona boscosa en la frontera oriental con Colombia.
Cientos de miles de migrantes arriesgaron sus vidas en la peligrosa travesía por esa selva en los últimos años, pero en 2023 el flujo alcanza un ritmo récord.
La mayoría de los viajeros cruzan por esta senda ilegal para tratar de llegar a Estados Unidos, y provienen de varias naciones al sur o islas del Caribe.
La campaña Escudo de Panamá, anunciada el pasado viernes es la primera muestra pública de los nuevos esfuerzos para controlar el fenómeno migratorio en el Itsmo.
El Tapón de Darién debe su nombre a su ubicación como ruptura de la Carretera Panamericana que conecta América del Sur y América del Norte. Darién es también el nombre de la provincia más oriental de Panamá, colindante con Colombia.
Muchos migrantes reportan asaltos, agresiones sexuales y asesinatos de personas cuyos cuerpos nunca aparecen, y aún así otros muchos se aventuran, a veces sin identificación legal, lo cual alimenta los crímenes impunes.
A principios de esta semana, tres presuntos bandidos murieron en un tiroteo con la policía fronteriza en Darién.
El cruce desde Colombia puede tomar desde unos pocos días hasta más de una semana. El año pasado, casi 250 mil personas cruzaron por esta selva, cerca del doble de las 133 mil lanzadas en 2021, cifra récord para las autoridades de la región.
Naciones Unidas estimó para este año unos 400 mil migrantes con intenciones de atravesar la zona, y pudiera ser más, porque el gobierno panameño señaló cerca de 170 mil en los primeros cuatro meses, lo cual quintuplica la cifra de igual período en 2022.
A principios de mayo, antes de que Estados Unidos levantara las restricciones de asilo asociadas a la pandemia, funcionarios panameños ubicados al borde de la selva registraron la llegada de unos dos mil migrantes en un día.
Los venezolanos son el grupo más numeroso de cruce, pero también hay haitianos, chinos y ecuatorianos, entre otros orígenes. Un dato alarmante es el alto número de menores de edad involucrados en ese trasiego en condiciones azarosas.
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El viernes pasado, las autoridades de seguridad de la nación centroamericana anunciaron la designación de unos mil 200 agentes de inmigración, policía fronteriza y miembros del servicio aéreo naval en un esfuerzo por aire, tierra y mar para enfrentar a grupos delictivos organizados que trafican migrantes, drogas y armas a través de la selva del Darién.
Habrá más patrullas aéreas con helicópteros donados por Estados Unidos y unidades policiales fronterizas especializadas para erradicar a las bandas, aseguró el gobierno.
Esa es la primera señal pública de los esfuerzos coordinados prometidos por Panamá, Colombia y Estados Unidos en reunión efectuada en abril de este año.
Para Panamá, recuperar el control de sus fronteras es un problema de seguridad nacional, y sus operativos armados van dirigidos contra grupos del crimen organizado, recalcaron sus autoridades migratorias.
Para disuadir a los migrantes realizarán una campaña informativa, con la cual intentarán desmentir las promesas difundida por los traficantes.
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La ruta migratoria a través del Darién es un modo de vida para muchas familias lugareñas, sobre todo en el lado colombiano, quienes venden equipos para cruzar (carpas, botas, comida) e incluso sirven de porteadores.
Entre estos "emprendedores", los hay dedicados a brindar una travesía guiada más personalizada y segura para quienes tienen más recursos económicos.
Algunos de los grupos armados de Colombia, principalmente el Clan del Golfo, están involucrados en esos mecanismos de tráfico humano, y realizan operaciones muy sofisticadas para beneficiarse de la actual crisis.
Oriel Ortega, director de la policía fronteriza de Panamá, citó el viernes último información de los servicios de inteligencia de su país para denunciar al Clan del Golfo como la organización más involucrada y con más ganancias acumuladas por el contrabando de migrantes a través del Darién.
El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, reportó tres rutas marítimas principales y dos terrestres identificadas hasta ahora, en las cuales concentrarán sus recursos de enfrentamiento, aunque no descartan que los grupos criminales abran nuevas rutas para burlar la presión.