Este lunes, con 86 años, murió Silvio Berlusconi, el magnate multimillonario de los medios de comunicación y quien fuera primer ministro de Italia con más años de servicio a pesar de los escándalos por sus fiestas alimentadas por sexo y las denuncias de corrupción.

Berlusconi ingresó el viernes pasado en el Hospital San Raffaele de Milán, su segundo ingreso reciente para el tratamiento de la leucemia crónica. El miércoles será el funeral de estado en la catedral del Duomo de Milán, según la Arquidiócesis de Milán.

El ex primer ministro quien alguna vez fue cantante de cruceros, usó sus cadenas de televisión y su inmensa riqueza para lanzar su larga carrera política e inspiró tanto lealtad como aversión.

Noticias Relacionadas

Absuelta Meloni por liberar a oficial libio buscado por la CPI

Tribunal europeo cuestiona lista italiana de “países seguros”

LEA TAMBIÉN: Nuevas hipótesis sobre naufragio de "espías" en Italia 

Para los admiradores, el tres veces primer ministro era un estadista carismático en busca de elevar a Italia al escenario mundial. En cambio para los críticos, era un populista siempre dispuesto a socavar la democracia y ejercer el poder político como una herramienta para enriquecerse a sí mismo y a sus negocios.

Su partido político de centroderecha Forza Italia (FI) fue socio menor en el gobierno de la actual primera ministra Giorgia Meloni, una líder de extrema derecha llegada al poder el año pasado, aunque no ocupó ningún cargo.

El líder se mantuvo activo en la política italiana durante casi 30 años, desde que el 11 de mayo de 1994 fue electo primer ministro, tras una exitosa carrera como empresario de los medios informativos, que continuó hasta su muerte.

Gobernó el país entre esa fecha y el 17 de enero de 1995, y luego del 11 de junio de 2001 hasta el 17 de mayo de 2006, así como entre el 8 de mayo de 2008 y el 16 de noviembre de 2011, cuando se vio precisado a renunciar, y aunque pretendía presentarse a elecciones en 2018, le fue imposible debido a sus condenas por evasión fiscal.