Manu Pineda: Ningún criminal quiere testigos de sus crímenes
El eurodiputado español Manu Pineda, nuevo embajador para el Retorno del pueblo palestino, dialogó con el canal Al Mayadeen sobre su compromiso con las causas justas del mundo, el reto de las izquierdas y el doble rasero en Europa para amparar crímenes como los de “Israel” y el rechazo a la migración.
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Manu Pineda: Ningún criminal quiere testigos de sus crímenes
Cuando se habla de Europa, es importante distinguir entre sus pueblos y los dirigentes lacayos de los intereses del imperialismo y sus aliados, precisó el eurodiputado de izquierda Manu Pineda, en entrevista concedida al canal satelital panárabe Al Mayadeen.
A nombre del Partido Comunista de España, Pineda agradeció el honor de ser nombrado Embajador para el Retorno del pueblo palestino en el marco del primer encuentro internacional, celebrado en Beirut a fines de mayo último.
No cambiarán mucho sus acciones con este nombramiento, confesó, porque su entrega a la causa palestina ya era total. No obstante, reforzará su compromiso con los más de cinco millones y medio de personas desplazadas en estos 75 años de ocupación.
Manu Pineda (Manuel Pineda Marín, nacido en Málaga, España, el 2 de septiembre de 1965) es reconocido por su consagración a la defensa de los pueblos donde la resistencia es ley de vida. No solo de palabras, sino de hecho, porque ya estuvo en Cuba en varias ocasiones y vivió tres años en la Franja de Gaza, donde compartió el sufrimiento del asedio sionista y sirvió de escudo humano, recordó a Al Mayadeen.
Sin embargo, en su condición de máximo representante del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina, su pedido de visitar esa nación ya fue rechazado en dos ocasiones, lo cual habla mucho del respeto de “Israel” por sus socios del viejo continente.
Y lo entiende, dice Pineda, “porque ningun criminal quiere testigos de sus crímenes”. Pero es indigno, a su juicio, no tomar medidas de reciprocidad frente a ese desprecio y desconsideración.
Así actúa el lobby israelí, a cara descubierta, como el armamentista y el norteamericano, detalló.
"Esa gente se lleva las manos a la cabeza cada vez que “Israel” hace una barbaridad, pero después lo invitan a la mesa en una complicidad de intereses cada vez menos oculta", aseveró.
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Según le consta, la Unión Europea sí tiene mecanismos para presionar al régimen de “Tel Aviv” y obligarlo a cumplir la claúsula dos de su contrato comercial preferencial, referida al respeto a los derechos humanos del pueblo palestino.
En lugar de eso, eligen financiar sus crímenes mediante programas como Horizon+, o le compran productos expropiados a sus legítimos dueños, una muestra más de la hipócrita actitud de quienes rigen los destinos del mundo.
Para cambiar ese estatus, el trabajo de la izquierda en Occidente debe ir más allá de las instituciones o las declaraciones, insistió. "Deben ser la sociedad civil, los pueblos, los movimientos de defensa de los derechos humanos y de solidaridad", quienes presionen a sus gobiernos para romper relaciones con el régimen criminal de ocupación.
“El pueblo palestino esta haciendo todo lo que puede hacer. Están resistiendo como pueden, pero no solo depende de ellos”, abogó Manu Pineda.
Al mismo tiempo, recomendó trabajar en su unidad y no caer en la trampa de la ocupación.
En su valoración, la autonombrada comunidad internacional debería apoyar a las víctimas, en lugar de mantener su respaldo a los verdugos.
Pineda habló a Al Mayadeen del significado del muro en la frontera entre los territorios ocupados y Líbano, dos países con tradiciones de hermandad, y también de los muros al interior de Palestina para impedir a sus habitantes moverse libremente por la tierra de sus ancestros.
"No son muy distintos de los muros levantados por Europa para frenar la entrada de migrantes de los países pobres, mientras celebran cada año de manera histriónica la caída del muro de Berlín", reflexionó el político.
A Europa, llegan cada año de manera “ilegal” (según las normas de esos gobiernos) unas 60 mil personas, y a un continente con 500 millones eso no le genera presión migratoria, más bien lo enriquece, aseveró.
“Pero los taponan. Los meten en guetos. Los devuelven a sus tierras o los matan: los dejan morir en la gran fosa común en que se ha convertido el Mediterráneo”, denunció el eurodiputado.
En cambio, abren los brazos a millones de mujeres y niños desplazados por la guerra provocada por la OTAN contra Rusia en Ucrania. Y no está mal, insiste, pero Occidente debería acoger por igual a cualquier víctima de las guerras, el hambre, la sequía... también las de África o Asia, porque su miseria, en muchos casos, la provocaron los países ricos al sobreexplotar los recursos de aquellas naciones.
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La unidad como obsesión
En la entrevista con Al Mayadeen, Manu Pineda habló de su admiración por Cuba y sus líderes, en especial Fidel Castro, cuyas ideas nutrieron su camino hacia los partidos comunistas y el activismo social, además de su “casi obsesiva” búsqueda de la unidad como herramienta de lucha.
“Llegué a Palestina de la mano de Fidel”, narró quien ve a Cuba como una escuela de solidaridad internacional, porque no da migajas cuando le sobran: “da hasta lo que le falta”, reconoció.
Desde su experiencia sabe que cuando un país occidental enfrenta crisis como las vividas por los cubanos desde el fin del bloque socialista, invierte en material antidisturbios.
La isla, en cambio, invirtió en ciencia, en avances para su gente y para ayudar a otros pueblos, y hoy tiene cinco vacunas contra la Covid-19, "aunque el bloqueo les dificulte acceder a las jeringuillas", ponderó.
A partir de ese ejemplo, Manu Pineda valoró la necesidad de diversificar las izquierdas en el mundo, de hacer énfasis en cuánto las une y dejar la arrogancia a un lado para crear un proyecto común y frenar la metástasis en Europa de la derecha más reaccionaria y fascista.
En su criterio, América Latina se llena de gobiernos progresistas porque tienen claro qué es el imperialismo, y trabajan unidos.
“O aprendemos de eso, o estamos muertos”, subrayó.
Su advertencia no es una metáfora. Habló desde la preocupación de ver al viejo continente sumido en las peores crisis económicas y sociales, sumido en una guerra, y mientras sus dirigentes actúan como nuevos criados de Estados Unidos, otras regiones se sacudieron ese papel y apostaron por un mundo multipolar.
“Europa no puede dar lecciones. Necesitamos humildad para aprender”, aseguró a Al Mayadeen.
Desde su perspectiva, los pueblos deben obligar a rectificar esa actitud a quienes dirigen las instituciones, y eso empieza por manejar información alternativa al discurso oficial, a la cual hoy es difícil el acceso en una región que se vanagloria de ser democrática.
La entrevista será transmitida por el canal de Youtube de Al Mayadeen Español este miércoles a las 14:00, hora de La Habana y Caracas.