Pastores por la Paz convoca a alianza de fe y conciencia por Cuba
Desde La Habana, evangelistas y activistas acompañaron la vigilia organizada en Washington.
"Es nuestro deber defender a Cuba y a todos los oprimidos del mundo", declaró este viernes la Directora Ejecutiva de Pastores por la Paz, Gail Walker, en una vigilia convocada en el Edificio Metodista de Washington, Estados Unidos.
En nombre de esa histórica Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (FITCO) y su ministerio especial, llamó a construir una coalición de personas de fe y de conciencia, con el propósito de reclamar el fin "de la guerra económica draconiana que se libra contra el pueblo cubano".
La activista norteamericana habló también en memoria de su padre, el reverendo Lucius Walker, defensor del evangelio social y de los marginados y un crítico acérrimo de las políticas que promueven la desigualdad y la injusticia, detalló.
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El mensaje y la cita buscaron demostrar cuánto pueden unirse fe y justicia para lograr un cambio social real, en aras de un mundo donde prevalezcan la paz, la justicia y la igualdad, y pueda actuarse con audacia contra las leyes dañinas.
La convocatoria de Pastores por la Paz enarboló dos demandas a su gobierno: eliminar el bloqueo y retirar a Cuba de la espuria lista de Patrocinadores Estatales de Terrorismo, confeccionada por la Casa Blanca a su conveniencia.
"Hay momentos en que las comunidades de fe están llamadas a tomar posturas proféticas y a levantarse y hablar en contra de la injusticia. Ahora es uno de esos momentos", recalcó Walker, quien pidió además la normalización de las relaciones entre ambos pueblos vecinos.
Según sus palabras, no pueden permancer sin hacer nada mientras los representantes del gobierno utilizan de modo vergonzoso el nombre de su pueblo para causar un sufrimiento insoportable a sus vecinos cubanos.
"En el legado de mi padre, continuaremos firmes porque el amor no puede ser bloqueado", aseguró la luchadora evangélica.
Gratitud caribeña
Desde la isla, desde el líder del Consejo de Iglesias envió una carta de gratitud a los hermanos reunidos en Washington.
En la misiva contó la decisión de reunirse también en vigilia en varios puntos del país, en hogares, iglesias locales y casas de oración, para sumarse al pedido a su Dios de amor, paz y justicia, para poner fin al sufrimiento, el dolor y la angustia causados a las familias en la isla.
El mal llamado "embargo" provoca situaciones difíciles para la vida cotidiana, como la privación de alimentos, medicinas, acceso a recursos económicos, de salud y bienestar en general, detalló el mensaje firmado por el presidente del Consejo, Joel Ortega Dopico.
También impide a la iglesia desarrollar su labor evangelizadora y humanitaria, al restringir su acceso a recursos e intercambios, con lo cual afecta las relaciones fraternales entre quienes profesan la misma fe y el mismo amor tanto en Cuba como en Estados Unidos.
El Bloqueo, las sanciones, y el tener a Cuba en diferentes listas "no produce alegría, no produce fraternidad, no produce esperanza, sólo trae dolor a los pueblos", y eso es contrario a Dios, recalcó el mensaje.
Ortega elevó su voz también por la de aquellos niños con cáncer impedidos de recibir los medicamentos adecuados; los ancianos sin acceso al alimento necesario, y tantas personas a quienes niegan el acceso a recursos, información y conocimiento.
Habló por niños cuyo talento artístico está frustrado por la falta de herramientas para desarrollar sus dones, y recordó el esfuerzo de tantos adultos para sostener la vida en medio de la adversidad. "Cubanos que solo piden vivir en igualdad, en armonía y en paz".
Como sus hermanos de fe en el norte, la comunidad religiosa criolla observa con alarma a quienes en posiciones de poder y autoridad ven correcto el bloqueo y las sanciones a Cuba, y no piensan qué pasaría si sus familias, sus hijos, sus hermanos y hermanas, si sus amigos tuvieran que vivir bajo esas situaciones y bajo esas imposiciones.
Apeló a la máxima cristiana de ponerse en la situación de los demás, para quienes aún no entienen por qué están todos en esa situación, de uno y otro lado del mar.
El presidente del Consejo agradeció al grupo reunido en Washighton y compartió su sueño de paz, amor y armonía entre los pueblos, porque la vocación y la voluntad de Cuba están en la paz.