Exmiembros de Muyahidín Khalq en Albania: testimonios del extremismo
Dos exintegrantes de la Organización Muyahidín Khalq ((MKO, por sus siglas en inglés), agrupación de polémicas motivaciones y trayectoria, narraron en espacios de la televisión albanesa su experiencia de sufrimiento y vejaciones en los campamentos y residencias cerradas.
La televisón de Albania compartió dos testimonios de exmiembros de la llamada Organización Muyahidín Khalq (MKO, por sus siglas en inglés), cuyas historias confirman otras denuncias de violencia en el interior de los condominios donde residen cientos de ellos, acogidos por el gobierno como refugiados.
Mustafa Beheshti, de 40 años, contó a Albania live cómo escapó de una de esas residencias en las cercanías de Manza, en Durres, y mencionó el sufrimiento vivido allí por 18 años hasta tomar la decisión de abandonar al grupo.
"Les dije que me quemaría vivo si no me dejaban salir", confesó ante las cámaras este hombre, para quien resultó muy duro no ver a su familia en 22 años, pues desde su ingreso a la organización no podía salir a visitarlos, ni ellos podían venir a verlo a él.
Sobre sus correligionarios en estos campamentos, Mustafa describió a los mayores como soldados iraníes bien entrenados, personas peligrosas, con conocimientos y además con mucho dinero.
Algunos vivieron en Estados Unidos, donde trabajaron como ingenieros informáticos, aseguró, y dio fe de los vínculos actuales del grupo con personas en Norteamérica "que trabajan para ellos".
Sus vivencias corroboraron informes y denuncias de otros exintegrantes sobre la vida en esos recintos, donde faltan todas las libertades y derechos humanos y prolifera el abuso, tanto físico como sicológico e incluso sexual.
Muchas mujeres y hombres son violados todos los días bajo alguna justificación, como el hecho de no ser un buen muyahidine, ejemplificó.
Al mismo tiempo, recordó cómo conversar con una mujer o bromear con ella es considerado inmoral y digno de un regaño o castigo.
Sus lágrimas brotaron al recordar a los parientes que no ve desde hace décadas, pues entre las estrictas circunstancias de MKO, esa es de las peores, y el hecho de estar en un país ajeno no les ayuda para establecer esa comunicación.
En la actualidad, Mustafa vive en Tirana, la capital albanesa, y es miembro de la junta directiva de ASILA, una Asociación para el Apoyo de los Iraníes residentes en Albania, creada por muyahidines del campamento en Manez que pudieron escapar y ahora viven libres en ese país europeo.
Voluntad anulada
Similar historia de extremismo relató Sarafraz Rahimi, quien pasó 17 años con los MKO en varios campamentos y da fe de su estricta disciplina e ideología.
De hecho, no podía usar computadoras, internet o teléfonos, explicó en la entrevista. Solo hacía cuánto le ordenaban desde el amanecer hasta la noche: "Nunca estás en control, es como un lavado de cerebro", aseguró el excombatiente.
Su breve y reveladora entrevista fue compartida en Twitter en el perfil de Iran True.
Former MEK members share their experience from MEK camps on Albanian TV.
— IranTrue (@iran_true) June 24, 2023
Rahimi was in Mujahedin-e-Khalq's camps for 17 years, sharing egregious stories about the #MEKTerroristOrg.
Rapes,public shaming,brainwashing, forbidden activities, cyberattacks,...
English Sub#IranTruth pic.twitter.com/t0YA8GDXIZ
Cuenta Rahimi del costo de las emociones reprimidas todo el tiempo. Por ejemplo, no podía tener contacto con la familia ni intercambiar afectos con personas del otro sexo.
Incluso el matrimonio está prohibido, aclaró: cualquier amistad con mujeres, hasta permanecer cerca por más de un minuto, está fuera de sus estatutos y podrían ejecutarte por ello.
Corroboró las historias de violaciones de hombres y mujeres en los campamentos. "En ese ambiente cerrado están todo el tiempo diciendote lo que debes hacer: moverte, sentarte, actuar... pero aún en esas condiciones tienen sus necesidades naturales, como seres humanos, y a veces la presión es tan fuerte que haces lo que no quisieras hacer".
En su experiencia, lo peor es decir algo en contra de ese régimen de vida, porque eres castigado a estar ocho horas frente a cientos de personas encargadas de maldecirte e increparte por hablar mal de la organización.
En cuanto a posibles ciberataques en Estados Unidos y Albania, consideró muy difícil probar su ejecución, pero no los descartó. "Ese es un tema caliente", acotó.
A su juicio, MKO tiene capacidades para organizar esos ataques y culpar a la República Islámica por ello, como la culpan los medios de prensa.
Decenas de grupos de Muyahidines están activos aún en varias naciones del mundo. En 2001 hicieron el compromiso de no inmiscuirse en conflictos armados, y países como Albania los recibieron en calidad de refugio humanitario, donde viven en recintos cerrados bajo sus propias reglas.
Expertos internacionales expresaron su preocupación por contar con esa vecindad en ciudades como Tirana, la capital albanesa, porque esos grupos tienen preparación militar suficiente para entrar en acción en cualquier momento, y no necesitan armas para ser letales.
Testimonios como el de Mustafai y Rahimi confirman que su opinión sobre los seres humanos y su ideología no cambió mucho en estas décadas de "inactividad".