Invasión a Irak se basó en una mentira
El exsecretario de Estado estadounidense John Kerry reconoció que Irak no fue una guerra de agresión, porque ni siquiera hubo un proceso de acusación directa a George W. Bush.
La invasión a Irak liderada por Estados Unidos en 2003 no fue un crimen de agresión, porque el expresidente George W. Bush nunca fue acusado, indicó el exsecretario de Estado estadounidense John Kerry.
Durante una entrevista con el canal de televisión francés LCI el domingo pasado, el periodista francés Darius Rochebin enfrentó a Kerry por las acusaciones de doble moral de Occidente contra Rusia respecto a la crisis ucraniana.
La invasión a Irak fue una verdadera "guerra de agresión", basada en la mentira de posesión en secreto de armas de destrucción masiva en Bagdad, señaló Rochebin.
Ante ello, el funcionario argumentó que ni siquiera hay un proceso de acusación directa al propio presidente (George W. Bush).
El actual enviado especial de Washington para el cambio climático, aceptó los "abusos" en el transcurso de ese conflicto, y dijo oponerse porque lo consideraba un error.
Sin embargo, votó en el Senado a favor de autorizar la injerencia en Irak: una invasión con un saldo de cerca de 10 mil civiles muertos basado en una mentira, reconoció el funcionario estadounidense.
Según Kerry, en aquel momento no se sabía de mentira, y por tanto dijo a Rochebin que no tenía intención de "volver a debatir la guerra de Irak" durante la entrevista.
La Administración Bush acusó al expresidente iraquí Saddam Hussein de poseer armas químicas y biológicas, así como de estar implicado de algún modo en los atentados terroristas en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
Las pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva ofrecidas a los medios de comunicación y al Consejo de Seguridad de la ONU resultaron ser falsas, nunca aparecieron tales armas. Del mismo modo, nunca se estableció ninguna conexión entre Bagdad y Al Qaeda.