Betto Almeida: La humanidad tiene una deuda con Palestina
Para el destacado periodista y analista brasileño, el reto del presidente Lula Da Silva es grande, porque le tocará reconstruir el país y borrar las huellas de esas acciones, tanto en las políticas públicas hacia el interior de la nación como en su proyección internacional.
-
Betto Almeida: La humanidad tiene una deuda con Palestina
En Brasil, el sentimiento por la causa palestina es muy fuerte, pero hace falta expandir a toda América Latina la denuncia de la agresión sin fin de “Israel”, afirmó en entrevista para el canal satelital Al Mayadeen, el periodista y analista brasileño Carlos Alberto (Betto) Almeida.
En diálogo desde los estudios centrales en Beirut, el también educador popular y profesor universitario recordó la deuda de la humanidad con el pueblo palestino y su derecho histórico a existir, a tener patria, soberanía, cultura.
“Es absurdo que no tome la humanidad acciones para abreviar ese sufrimiento, ese crimen”, demandó el fundador de Telesur, para quien las relaciones de su país con el mundo árabe son buenas, pero aspira a profundizar esos lazos.
“Emociona la resistencia libanesa y cómo llevan la causa palestina”, expresó el activista, y se comprometió a ser un portavoz de la realidad de los pueblos de Medio Oriente en su búsqueda de más soberanía, sin injerencia de “Israel” u otras potencias en sus asuntos internos.
También en América Latina hay una significativa resistencia de varios países bajo sanciones, bloqueos y otras medidas imperialistas, y es necesario darlas a conocer en el mundo, además de unir a los pueblos para potenciar la igualdad y prosperidad, consideró Betto de Almeida.
En su análisis para Al Mayadeen sobre los desafíos del presidente Lula da Silva al asumir este tercer mandato, valoró en primer lugar, su mayor experiencia como líder, luego de 580 días en prisión, y su vínculo entrañable con en el pueblo, los sindicatos y todos los excluidos por gobiernos proimperialistas y racistas como el de Jair Bolsonaro.
No obstante, reconoció Almeida, el reto es grande, porque le tocará reconstruir el país y borrar las huellas de esas acciones, tanto en las políticas públicas hacia el interior de la nación como en su proyección internacional.
Vea también: Aleida Guevara: Es urgente hacer por Palestina
Recuperar el lugar de Brasil en el mundo, rescatar las grandes empresas estatales (privatizadas de manera ilegal y criminal) y contribuir a la integración y el desarrollo de la infraestructura del subcontinente para asegurar el progreso equitativo de todas naciones, son algunas de las metas identificadas por el analista para el futuro inmediato brasileño.
Para ello, Lula cuenta además con un entorno político más favorable, una América del Sur más unida, como demostró la reciente cumbre, aseveró Almeida, y destacó los vínculos con Rusia, China, Irán y otras potencias del nuevo orden multipolar, a través de las relaciones bilaterales y de las fortalezas creadas por el BRICS, al cual se van sumando más países para cortar la hegemonía de Estados Unidos y en particular la del dólar.
Remarcó Almeida la prioridad concedida por el nuevo gobierno a la soberanía monetaria y la industrialización del país, sin obviar obstáculos como los del Banco Central, hoy en manos de un bolsonarista, negado a financiar la reanimación de la economía, a fortalecer el poder adquisitivo de los salarios y hacer inversiones sustantivas por el bien de toda la región.
Vea también: Manu Pineda: Ningún criminal quiere testigos de sus crímenes
“El mensaje de hoy es a crecer juntos”, precisó el entrevistado, y remarcó la alineación de Brasil en el camino de la paz, sin irrespetar los derechos a decidir por sí mismas de todas las naciones en conflicto.
“La paz no es abstracta: tiene que seguir al desarrollo de los pueblos, de un patrón de vida más alto”, reflexionó Almeida, para quien la guerra necesaria es contra la pobreza, contra la miseria extendida por el mundo, incluso en países de Europa, declarados en recesión y con mayor desempleo.
“El mundo está cambiando en dirección a construir una multipolaridad, y eso significa más justicia social”, aseveró.
Para hacer florecer la pluralidad es preciso buscar la verdad en los medios: otro desafío en el contexto de la guerra mediática, a la cual respondemos con una información liberadora, descolonizadora, que enamore con la historia y no sólo con el comercio.
Para cumplir ese propósito, aseveró el experimentado comunicador, es necesario construir un periodismo integrador, cooperativo, solidario, antihegemónico, capaz de crear conciencia hacia la civilización de un futuro más justo, y en ese camino, demostrar que otro periodismo también es posible.
