Irán se hace eco de las protestas por el agravio al Corán en Suecia
Jóvenes universitarios encabezan la defensa de sus valores religiosos y culturales en Teherán.
Una multitud de estudiantes universitarios y ciudadanos de Irán se manifestaron en la ciudad de Mashhad y frente a la embajada de Suecia en Teherán para condenar el insulto al Corán, ocurrido hace dos días en Estocolmo.
Los manifestantes de la capital iraní levantaron pancartas expresando su enojo por la ofensa a las santidades islámicas y por el permiso de las autoridades suecas al provocador decidido a quemar una copia del sagrado texto en un espectáculo público.
También llamaron a los foros internacionales a tomar medidas contra ese tipo de actos atroces, y a los musulmanes del mundo, a responder a este insulto con fuerza.
Con igual indignación, solicitaron al Ministerio de Relaciones Exteriores iraní seguir el tema con más seriedad, pues consideraron la citación al embajador sueco para su condena como un paso insuficiente.
En un discurso pronunciado frente a la manifestación, un estudiante universitario describió a Suecia como lugar seguro para el grupo terrorista Muyahidine Jal (MKO).
Además pidió la liberación del ciudadano iraní Hamid Nuri, sometido a detención arbitraria en esa nación escandinava.
Describió las numerosas protestas desarrolladas en países islámicos y árabes a raíz del incidente en Suecia de este jueves, y apoyó en especial las manifestaciones del pueblo iraquí.
El comunicado de los reunidos en Teherán denunció las políticas maliciosas de los gobiernos occidentales, quienes hablan de civilización y reclaman los derechos humanos, pero apoyan estas ofensas contra un valor sagrado de más de dos mil millones de musulmanes en el mundo.
"Las políticas arrogantes de los países occidentales, liderados por Estados Unidos e Israel, están detrás de esta sedición e injusticia en todo el mundo", destacó.
Al mismo tiempo, el mensaje subrayó que el gobierno sueco y el primer ministro sueco deben saber que son responsables de este crimen antiislámico.
En varios países árabes condenaron las acciones de las autoridades suecas y su permiso para quemar una copia del Sagrado Corán, además de muchas condenas internacionales.