Ex primer ministro israelí reitera llamado a protestar contra reforma
Ehud Olmert no se retracta de su incitación a la desobediencia civil y asume como ciudadano responsable de sus palabras.
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Ex primer ministro de "Israel", Ehud Olmert.
El ex primer ministro de "Israel" Ehud Olmert reafirmó este domingo su llamado a la desobediencia civil contra una polémica reforma judicial impulsada por el gobierno actual.
Olmert tildó de payaso al titular de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, quien no logra controlar la situación interna y cada vez es más hostil contra los palestinos.
"Espero que la policía no toque mi puerta. Si eso sucede, actuaré como una persona responsable", aseguró el político durante una entrevista con la Radio del Ejército.
Según afirmó, sus llamados a las protestas, como los del también exjefe de Gobierno Ehud Barak, o el exviceministro Yair Golan, no contienen incitación ni amenaza.
"Son los miembros del actual gabinete quienes hablan en términos radicales e intentan vernos como traidores ante la opinión pública", subrayó.
Del mismo modo, alertó sobre los intentos de cambiar la ley para permitir “al payaso de Tik Tok Ben Gvir” decidir sobre las detenciones administrativas a su discreción, lo cual es el colmo de la amenaza a la democracia, y por tanto es intolerable, significó Olmert.
En diciembre último, Barak calificó al nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu como el más derechista en la historia del país, con signos de fascismo y miembros racistas mesiánicos.
La reforma propuesta al sistema judicial restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes y se permitirían a la Knesset (Parlamento) volver a legislar normativas impugnadas por aquel órgano.
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Además permitiría al Gobierno ultraderechista controlar el nombramiento de los magistrados de todos los órganos de justicia del país, al modificar el comité que selecciona a los jueces.
Desde principios de año, diversos sectores de profesionales, médicos, universidades, hasta los sindicatos reservistas, realizan protestas masivas en diversos puntos de la geografía nacional para denunciar la iniciativa, defendida por la derecha.
Presionado por la ola de críticas, Netanyahu congeló el proyecto hace dos meses para entablar un diálogo con la oposición, pero ante la falta de acuerdos volvió a su idea inicial.
