Mercosur concluye cumbre presidencial en Argentina
Nuevos socios, nuevas monedas, consensos flexibles y la concresión del dilatado acuerdo con la Unión Europea fueron los temas más significativos del encuentro entre mandatarios, en el que Brasil recibió de Argentina la presidencia pro tempore del bloque.
La integración y la expansión económica regional fueron los ejes de la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) celebrada este martes en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, Argentina.
En esta ocasión asistieron los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Paraguay, Mario Abdo Benítez; y Uruguay, Luis Lacalle Pou.
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Todos coincidieron en acelerar la firma del acuerdo con la Unión Europea (UE), demorado ya 25 años, un tiempo absurdo para las actuales circunstancias globales.
No obstante, propusieron renegociar el texto de modo más equilibrado entre ambos bloques, en tanto el acercamiento de 2019 resultó desigual, con poco reflejo de las necesidades de los países del Sur.
El mandatario brasileño, Lula da Silva, patentizó su compromiso de concluir el acuerdo con la UE durante su mandato como presidente pro tempore de Mercosur, cargo que recibió en esta jornada de su par argentino.
Embora já tenhamos uma área de livre comércio de fato com nossos vizinhos sul-americanos, há espaço para ampliar e aprimorar os acordos comerciais com Chile, Colômbia, Equador e Peru. Retomaremos uma agenda externa ambiciosa para ampliar o acesso a mercados por nossos produtos de…
— Lula (@LulaOficial) July 4, 2023
Entre los puntos a aclarar, a su jucio, está la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización, y además dejar de ser los eternos exportadores de materias primas para pasar a un comercio más diverso y equilibrado.
Como en la anterior cumbre, Uruguay decidió publicar sus declaraciones al margen del resto de los países participantes; esta vez para significar la necesidad de potenciar una zona de libre comercio del bloque, con facilidades para establecer acuerdos bilaterales con otras naciones, sin necesidad de obtener el consenso del resto, un reclamo mal visto por otros miembros del bloque.
Otro tema prioritario para los integrantes de Mercosur y países asociados (como Bolivia, representada por Luis Arce), fue el uso de monedas locales en el comercio, para reducir la dependencia del dólar y abrirse paso en los mercados internacionales.
En este tema, la posición de Argentina es conformar una moneda común para la alianza regional, con la cual negociar en mejores términos asuntos neurálgicos como la seguridad alimentaria y energética, en los cuales la región puede ser líder global.
De igual modo compartieron criterios sobre los vínculos con nuevos socios, como China, Indonesia, Vietnam y países de Centroamérica y el Caribe, tanto de modo individual como para el bloque.
Lula mencionó también negociaciones con Canadá, Corea del Sur y Singapur, porque "la proliferación de barreras comerciales perpetúa las desigualdades y perjudica a los países en desarrollo".
De igual modo mostraron interés en ampliar sus mercados hacia países como Chile, Colombia, Ecuador y Perú, Estados observadores del bloque.
Esta fue la primera cumbre presidencial de Mercosur en la tercera década del siglo, posterior a la pandemia de covid-19, y su declaración final puso énfasis en la necesidad de generar instrumentos que garanticen la fluidez del comercio bajo principios y reglas transparentes.