Siria atrajo a 2,5 millones de turistas en los primeros siete meses de este año cuando el país comenzó a recuperar su estatus de indudable destino cultural. 

Así lo confirmó el ministro de Turismo, Mohammad Rami Radwan Martini, en entrevista con la agencia rusa Sputnik. 

Al decir del funcionario, alrededor de 1,2 millones de los visitantes procedieron de naciones árabes y de otros lugares. 

Mientras, 1,3 millones eran sirios que vivían en el extranjero y viajaron a través de la infraestructura turística. 

“Las sanciones occidentales han impedido que muchas empresas árabes y extranjeras inviertan en proyectos”, agregó.

También señaló que su territorio tiene oportunidades de inversión y realizó una invitación para atraer a los turistas rusos a disímiles sitios culturales.

Siria fue la cuna de varias civilizaciones y su capital Damasco ostenta el título de la ciudad habitada más antigua de nuestro planeta.

No hay otro lugar en el mundo donde en pocos minutos las personas puedan visitar el III milenio antes de Cristo, el Imperio Romano, Bizancio, el Califato Árabe y las Cruzadas.

En 2010, el año anterior al comienzo de la guerra, el país recibió ocho millones 500 mil visitantes, y este sector aportaba el 9,0 por ciento del Producto Interno Bruto, pero después la afluencia de extranjeros cayó un 98 por ciento.

Según cifras difundidas por varios medios de prensa, las pérdidas del sector ascendieron a miles de millones de dólares.

Desde entonces, el pueblo no dejó de trabajar ni un día incluso durante la crisis sanitaria y este esfuerzo ya da sus primeros frutos.