Castillo en Santiago de Cuba custodia las aguas del Caribe
La autenticidad del lugar sufrió pocos cambios desde el siglo XIX y hoy es un destino visitado por turistas.
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Castillo en Santiago de Cuba custodia las aguas del Caribe. Foto: Unesco.
Tierra de azúcar, música y embrujos. Quienes visitan la ciudad de Santiago de Cuba hablan de una gran fortaleza junto a sus costas: el Castillo de los Tres Reyes del Príncipe.
La construcción se hizo mágica desde el siglo XVII, cuando la isla respondía a la colonia española y el Mar Caribe vivía bajo el asedio de corsarios y piratas.
Nadie imaginaría que el diseñador italiano y renacentista Juan Bautista Antonelli construiría sobre los acantilados una obra maestra.
Fuerte, baluartes y baterías fueron más que un sueño cuando el ingeniero pensó en el promontorio rocoso, y nació el Revellín La Lengua del Agua, la parte más antigua del sitio.
Desde hace décadas, este es uno de los destinos más visitados por turistas en la región, junto a los Tres Reyes del Morro, en La Habana, y San Sebastián en San Juan, Puerto Rico.
Al visitar sus salas y conocer su historia, es posible apreciar que la autenticidad del lugar sufrió pocos cambios desde el siglo XIX.
Sus pasillos aún reviven la Batalla Naval del 3 de julio de 1898, entre la escuadra española del Vicealmirante Pascual Cervera y una estadounidense.
Tras Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, Washington ocupó la fortaleza, y en 1904 La Habana la registró como propiedad del naciente Estado.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura la incluyó en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Varios terremotos entre 1675, 1678 y 1679 destruyeron parte de su área, pero el local recibió una reestructuración de 1693 a 1695.