Los inciensos marcan cada nuevo año en pueblo de Vietnam
Su elaboración es un proceso muy detallado. Para obtener el aroma requerido, es necesario usar hasta 60 tipos plantas.
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La tradición del incienso perdura en el festival del Tet en Vietnam. Foto: AFP.
Enero en la aldea Quang Phu Cau, en el norte de Vietnam, huele a festejos, a hierba buena y a aire limpio. Será por los inciensos que fabrican sus pobladores para celebrar el Tet, el Año Nuevo Lunar, o quizás por el vigor de esa tradición.
Las evidencias están muy bien delineadas, desde las varitas teñidas dispuestas en diversas partes de la localidad, hasta las imágenes publicadas en Instagram por los artesanos.
Aquí, la producción es un asunto familiar. Los fabricantes llevan décadas trabajando con bambú. Tienes padres, abuelos e hijos que los ayudan.
Parece imposible sustraerse al encanto de sus creaciones. Al mirarlos con colores rojos y rosas, uno piensa: así es como se ve el olor del incienso.
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Su elaboración es un proceso muy detallado. Para obtener el aroma requerido, es necesario usar hasta 60 tipos plantas. Esas materias secas las machacan de acuerdo con las proporciones de cada receta.
El polvo resultante lo mezclan luego con un tipo de resina, antes de pegarlo a los palillos, también secos y ya pintados.
Según los más antiguos, no es una obligación esperar el fu, felicidad de año nuevo, para encender los inciensos, pero en esas celebraciones los prenden con más afán para evocar los antepasados.
Desde su imaginario popular, la defunción es solo una separación del cuerpo, pues el espíritu perdura junto a los hijos y nietos.
Este 10 de febrero, cuando los relojes marquen el nuevo año, otra vez los inciensos quedarán prendidos y extenderán su aroma por las casas de Quang Phu Cau y de toda la nación.
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La tradición del incienso perdura en el festival del Tet en Vietnam