Subastas al acecho de objetos personales de Nelson Mandela
Un sociólogo como el francés Pierre Bourdieu diría que el capital simbólico que representan excede con creces su valor pecuniario.
Las cosas personales son pertenencias de cada individuo: la ropa, la mochila, las llaves. Son extensiones del cuerpo, incluso en ausencia del propietario.
Por esta razón, el gobierno de Sudáfrica presentó la protesta contra una subasta de diversos objetos del fallecido líder Nelson Mandela, programada en la casa de Guernsey, con sede Nueva York, Estados Unidos.
Desde Pretoria, la Agencia de Recursos de Patrimonio contactó con la institución, reclamó y peleó, hasta que finalmente, el centro clausuró la puja.
El Museo de Robben Island y el Departamento de Deportes, Arte y Cultura del país africano llevaron el caso a su Tribunal Superior.
Allí varios jueces dictaminaron que los artículos no eran patrimonio porque, entre otras cosas, el lenguaje descrito era demasiado amplio.
Sin embargo, un sociólogo como el francés Pierre Bourdieu diría que el capital simbólico que representan excede con creces su valor pecuniario.
De esto supieron potencias colonialistas como Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica que expoliaron el acervo cultural africano.
El referente histórico de la lucha contra el régimen de segregación racial nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, provincia oriental del Cabo.
Rolihlahla Mandela, como lo inscribieron sus padres, adoptó el nombre “Nelson” porque en la escuela primaria de Qunu donde estudió lo obligaron a adoptar una firma occidental y cristiana.
Muy joven sufrió la discriminación racial y el sistema de dominación de la minoría blanca y tomó el camino de la rebelión contra el Apartheid creado en 1948 por el Partido Nacional.
Cuando lo condenaron por primera vez en 1952, empezó su recorrido por diferentes cárceles hasta que lo sentenciaron a prisión perpetua el 12 de junio de 1964, primero en la isla Robben y luego en dos locales más.
Recuperó la libertad en 1990 y cuatro años después vería su sueño y el de millones hecho realidad al convertirse en el primer presidente negro de Sudáfrica en las primeras elecciones libres con participación universal.