Cuba y su resistencia frente a la guerra del pensamiento
Un nuevo texto del historiador cubano Ernesto Limia Díaz ofrece un panorama de la intención perenne de Washington de apoderarse de esas tierras.
Ernesto Limia Díaz descubrió su amor por la historia, quizá, como muchos otros jóvenes cubanos de su generación. Corría la década de 1980 y estando becado muy lejos de su casa, escuchó una conferencia del intelectual Eusebio Leal, y quedó fascinado.
Durante una entrevista con la periodista italiana Geraldina Colotti, el autor hizo referencia a aquella clase, tras la cual llegarían las investigaciones que más tarde conformarían su hoja de vida, trazó sus metas, indagó sobre temas, escribió sus primera prosa.
Muy pronto deseó publicar un texto para denunciar las aspiraciones hegemónicas sobre la isla, pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo revelar la historia de los gigantes que quisieron poner la bota sobre su tierra? ¿Cómo registrar esa tecnología del acecho?
Tras mucho estudio, publicó Cuba entre tres imperios: perla, llave y antemural, un relato que abarcó desde la llegada de Cristóbal Colón hasta la toma de La Habana por los ingleses en 1762.
Ese escrito reveló las ambiciones de potencias como España, Francia y Reino Unido sobre la nación caribeña, y expuso el colonialismo en sus formas más despiadadas.
A lo largo de los años, Limia revelaría numerosos ensayos, ejercería de Vicepresidente Primero de la Unión de Escritores y Artistas y finalmente redactaría otro título soñado.
Todo comenzó así…
El libro De Patria y Cultura en Revolución del autor, recién distribuido por la editorial italiana Pgreco edizioni, proporcionó un análisis de las operaciones estadounidenses en Cuba.
Las páginas iniciales exploraron el surgimiento de la identidad nacional con la cultura como eje a contrapelo de la dominación colonial española.
Además, presentaron un detallado panorama de la amenaza que representó la intención perenne y obstinada de Washington de adueñarse de estas tierras desde el siglo XIX.
Como respuesta, una de las personalidades evocadas es el Apóstol de la independencia, José Martí, cuando afirmaba: “Quien se levanta hoy con Cuba se levanta para todos los tiempos".
Limia realizó un análisis a fondo de una modalidad de guerra diseñada durante décadas en los laboratorios ideológicos del imperio más poderoso que conoció la historia universal. Es por eso que declaró:
“No se han tomado un día libre para sembrar confusión y mentiras. Estados Unidos ha invertido fondos multimillonarios para crear una plataforma entre los medios tradicionales y las nuevas formas de comunicación".
Esa afirmación la demostró con el seguimiento de organizaciones, periódicos, instituciones de estudio o centros de poder que ejercieron presión.
Los últimos capítulos revelaron el plan de la Casa Blanca para crear una “oposición interna” en apariencia más creíble que la tradicional, sobre todo de “artistas”, en busca de visibilidad mediática.
Frente a esa idea, el escritor invitó a ganar, no con sectarismo ni consignas, sino con la audacia y articulación de todo el arsenal forjado por la Revolución en sus universidades y escuelas.