Festival del Nowruz abre las puertas de la primavera
En la antigua Persia, el evento marcaba la llegada de la primavera como una victoria sobre la oscuridad.
Desde hace más de tres mil años, algo especial ocurre cuando el hemisferio occidental despide el invierno y recibe la primavera: la festividad del Nowruz.
Acercarse a ella nos invita a ser partícipes de una tradición iniciada por los persas, que consideraban la fecha como una victoria sobre la oscuridad.
Tantos siglos después, los nacidos en Irán recuerdan la llegada de un nuevo año en esta época y personas de Afganistán, Azerbaiyán, India, Kirguistán, Kazajstán, Pakistán, Tayikistán o Uzbekistán celebran sus costumbres antiquísimas.
Es por eso que los turistas de visita en estos países insisten en ver los bailes o las vasijas por doquier llenas de aguas y asociadas a la buena salud.
Llegar allí es ver la noche del Charshanbe Suri, un momento en el que los moradores saltan por encima del fuego o golpear las puertas con cucharas para alejar la mala suerte.
Sobre las mesas del comedor es posible ver platos con siete alimentos nombrados con palabras comenzadas en “sin”, equivalente a la "s" en el español.
Una cena básica consta así de avena, arándano persa, ajo, manzana, zumaque, vinagre, samanu y budín hecho de trigo germinado.
Quienes celebran comprenden la importancia de valorar durante las actividades la amabilidad y el perdón hacia aquellos que cometieron errores.
Por estos y otros valores, en el año 2009, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura incluyó el evento en su Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.