Son cientos de jóvenes. Acampan en el campus central de la Universidad de Columbia, Estados Unidos; gritan a favor de Palestina, respiran hondo, hablan seguros… Después de 30 horas de protesta, la policía anuncia su intención de detenerlos. Algunos deciden irse, otros se quedan, y allí resultan arrestados. 

Los acontecimientos de esta semana en el centro educacional privado de Nueva York se hicieron virales en Internet. 

Junto a las tiendas de campaña, la coalición liderada por estudiantes de Jewish Voice for Peace y otras organizaciones exigieron a la institución cerrar los contratos financieros con “Israel” y pidieron paz para el Mediterráneo Oriental. 

i’m an organizer with CU Apartheid Divest @ColumbiaSJP, in my 3 years at @BarnardCollege i have never been reprimanded or received any disciplinary warnings

i just received notice that i am 1 of 3 students suspended for standing in solidarity with Palestinians facing a genocide.

— isra hirsi (@israhirsi) April 18, 2024

En cambio, desde la dirección del centro, el presidente, Minouche Shafik, emitió una severa advertencia para concluir la manifestación y dio permiso a las autoridades de “despejar” el campamento del jardín sur de Morningside. 

Todo esto sin tener en cuenta que la política local designó previamente ese lugar como “sitio de libertad de expresión”. 

Durante los últimos meses, otros alumnos sufrieron expulsiones, arrestos, ceses temporales, y desalojos de sus residencias por motivos similares.  

🚨UPDATE: Cornel West has joined the students occupying the West Lawn at Columbia University in support and solidarity with the students arrested in the Gaza Solidarity Encampment and the Palestinian struggle!!! pic.twitter.com/hfMOds7Qi0

— sebas 🇵🇸🇸🇩🇨🇩🇵🇬 (@cybersebb) April 18, 2024

Además, los discípulos reportaron un presunto ataque con armas químicas contra personas que protagonizaban un mitin en apoyo a la nación levantina.

El genocidio perpetrado por “Israel” en Gaza impulsa en los campus estadounidenses las mayores movilizaciones desde la guerra de Vietnam.

Sus demandas incluyen la protección de la libertad de expresión, el cese de la peligrosidad y el esclarecimiento de las diferencias entre antisemitismo y antisionismo.

Los activistas enfrentan la presión proveniente de los miembros adinerados de los consejos de administración y de los donantes que amenazan con retirar sus contribuciones.