Raperos de Francia cantaron por Palestina en París
En total, recaudaron más de 100 mil euros destinados a la ONG Ayuda Médica, que brinda servicios sanitarios en el territorio bombardeado.
Hubo un momento que fue este: el 22 de mayo, en el Zénith de París, Francia, los raperos cantaron por Palestina ante siete mil personas, ante las paredes lujosas del Palais de l'Élysée y ante la mirada de las televisoras.
Durante 30, 60, 120 minutos, convocados por el argelino Rim' K. Tif (TIF), convirtieron a Palestina en poesía y expresaron su pesar por el martirio de tantas vidas.
Esa misma noche, recaudaron más de 100 mil euros destinados a la ONG Ayuda Médica, que brinda servicios sanitarios en el territorio bombardeado.
La primera actuación no estuvo marcada por las voces, sino por el ritmo de los pies de los bailarines de la danza tradicional levantina dakbe.
Más tarde, entró a escena el cantante Saint Levant, con su álbum From Gaza, With Love, con sus historias en la aduana, con su “todo lo que sé, todo lo que sé, todo lo que sé / Es palestino y siempre representa de dónde vengo”.
Saint Levant dio brincos, vueltas, zancadas. Le siguieron el argelino Flenn, el muy técnico Alpha Wann y el solitario Perpignan Nemir. Cada uno de ellos con estrofas rimadas irregulares, engoladas, pero acuciantes y ríspidas.
El 22 de mayo en Zénith fue también el día de las palabras de la estudiante Yasmin a su primo Mohamed, asesinado por un ataque sionista:
“Lamento que el mundo te haya fallado. Mira ahora, tu esposa y tu hijo te han perdido, están en cuidados intensivos. No importa las mentiras, sabemos quién es el responsable. Descansa en paz…”.
Una enfermera francesa recién llegada de Palestina habló de los cuerpos apilados. Ante todos confesó que es imposible vivir en medio de la carnicería.
Luego, el músico Soolking interpretó Libertad, seguido por los marroquíes Zamdane y ElGrandeToto, ícono en el Magreb, y el cantante Wejdene.
Concluyeron rodeados de banderas negras, verdes, rojas y blancas y con el sencillo de TIF, titulado Nothing Personal, con sus letras que muerden y disparan”: “Me siento prisionero al aire libre, como en Palestina”.