El Inti Raymi marca un nuevo año en los Andes
Los pueblos asentados en el altiplano asisten a reuniones en lugares elegidos por sus líderes espirituales.
Son los incas quienes le llaman Inti Raymi o Fiesta del Sol. Según ellos, las celebraciones, coincidentes con el solsticio de invierno en junio, marcan el renacimiento del dios astro y el inicio de un nuevo ciclo anual.
Todos saben que durante este fenómeno, la estrella alcanza su punto más bajo en el hemisferio sur y se detiene a lo largo de dos o tres jornadas.
Por esta razón, los pueblos asentados en el antiguo Tawantinsuyu (imperio) asisten a reuniones en lugares elegidos por sus líderes espirituales.
Allí, levantan altares adornados con flores, frutas y elementos simbólicos que representan la fertilidad y la conexión con la tierra.
También las pupilas de los viajeros que llegan a estos lugares quedan atónitos con las ferias artesanales, las exposiciones de arte folclórico, los festivales de música y la danza tradicional.
Es frecuente verlos visitar el día 21 de junio la ciudad de Otavalo, en el altiplano de Ecuador, donde los lugareños inauguran la mayor de las conmemoraciones.
Para el arqueólogo Fernando Morales, entrevistado por el diario argentino Página 12, la celebración no es solamente incaica, sino del mundo andino en general.
Desde su punto de vista, el hombre de estos lares siempre miró hacia arriba, y el cóndor, el jaguar o el puma intervienen en esa organización simbólica.
En cambio, al aparecer la colonialidad, todo lo organizado y sentido antes de la llegada de los europeos "se fue hacia abajo".
Hoy muchas comunidades nativas festejan el Inti como una forma de resistencia simbólica, incluso en las naciones mapuches lo celebran como el nuevo año andino.