Francia celebra el día más largo con festival de música
La música en las orillas del Sena. La música en los jardines de las Tullerías o en las bocinas de los autos.
La primera Fiesta de la Música de Francia aconteció el 21 de junio de 1985, en coincidencia con el día más largo en el hemisferio occidental.
Y desde entonces París convierte cada aniversario en zancadas, compases, locuras, guiños, bullicio, el crujir de la tierra bajo los pies.
La idea de los organizadores es permitir a cualquier músico, aficionado o profesional, presentar su trabajo en las calles de la ciudad de manera gratuita.
Quien está allí, enseguida lo sabe: todo comienza cuando los voluntarios colocan las instalaciones en las esquinas, los restaurantes, en las estaciones de metro.
Es decir, la música comienza a fluir por todas partes. La música en las orillas del Sena. La música en las Tullerías o en las bocinas de los autos a todo volumen. Y nadie se enoja por eso.
¿Y el género? ¿Y la nacionalidad? ¿Y el tipo de banda? Todos cantan lo que quieran, porque así está establecido. ¿Resultado? Es posible escuchar tanto ritmos folclóricos latinoamericanos como un coro de Nueva Orleans, EE. UU.
Y junto a toda esta riqueza se transmiten, inalterables, los llamados “cantos de signos”, diseñados para el público no oyente.
Hay, además, ecos de la celebración en 120 naciones, aunque cada una lo festeja de manera diferente y lo llama por sus propios nombres.
Estar en uno de estos lugares como Colombia, Perú, China y Kenia, y no asistir a uno de sus conciertos, resulta casi imperdonable.