A dos siglos de la batalla de Ayacucho
Esta batalla, librada en la Pampa de la Quinua, fue el decisivo episodio final de las guerras de independencia sudamericana.
Hace 200 años, en las llanuras de Ayacucho, actual Perú, un Ejército de cinco mil soldados comandado por Antonio José de Sucre derrotó a más de nueve mil realistas bajo el mando del virrey, José de La Serna.
Esta batalla, librada en la Pampa de la Quinua, fue el decisivo episodio final de las guerras de independencia sudamericana.
Antesala de ese escenario emancipador, fueron las insurrecciones sucedidas antes en diversos países y las batallas que debieron enfrentarse en condiciones adversas contra el poder colonial.
Quienes vencieron en Ayacucho, fueron las huestes patrióticas integradas por soldados de diversos países: argentinos, chilenos, bolivianos, ecuatorianos, colombianos, venezolanos y aún cubanos.
La contienda no fue, entonces propiamente una confrontación local. Ni siquiera tuvo una connotación estrictamente nacional.
Fue la culminación de una gesta, marcada en su última etapa en 1810, que comenzó mucho antes, prácticamente desde los primeros años de la dominación española en América.
Como lo registró el historiador peruano Luis Antonio Eguiguren, desde los primeros años del siglo XIX arreció en nuestro suelo la acción emancipadora.
Este ciclo iniciado en esa etapa de la Historia, está vigente, y se proyecta hacia cada una de las naciones de América.
Ahora, en cada rincón del continente asoman retos cotidianos a los que es posible hacer frente a partir de la más amplia unidad de los pueblos.
Será esa la manera de honrar con vigor el Legado de los Libertadores y la hazaña consagrada en las Pampas de Ayacucho.