Obra de ingeniería impulsó transformación en la Amazonía precolombina
La cultura casarabe diseñó una sofisticada infraestructura agrícola, hasta ahora no documentada en ningún otro lugar.
Canales y calzadas conectaban los cientos de montículos monumentales de la cultura Casarabe (500–1400 después de Cristo), un pueblo que controló cuatro mil 500 kilómetros cuadrados en la Amazonia precolombina.
En esta sabana tropical, el pueblo sobrevivía sembrando maíz y su cultivo necesitó el desarrollo de una revolucionaria obra de ingeniería para controlar cantidades masivas de agua.
Así fue como, según explican los arqueólogos en un artículo publicado en la revista Nature, esta sociedad precolombina del Amazonas diseñó una sofisticada infraestructura agrícola, hasta ahora no documentada en ningún otro lugar.
El estudio, liderado por el investigador de la Universidad Autonóma de Barcelona Umberto Lombardo, detalló la construcción de un complejo método de canales de drenaje para contener los efectos de las precipitaciones o de la sequía.
Su equipo defendió que estos avances convirtieron las sábanas tropicales inundadas en campos altamente productivos e impulsó de este modo el desarrollo de la revolución neolítica.
El sistema dual de gestión del agua basado en los canales de drenaje y los estanques permitieron al menos dos cosechas de maíz al año, y garantizaron el suministro de alimentos durante todas las estaciones.
Su modelo agrícola, dijeron los expertos, no dependía de las técnicas tradicionales de tala y quema empleadas para obtener campos fértiles.
En su lugar, las comunidades conservaron los bosques cercanos para otros fines, como la obtención de leña y plantas medicinales.
Los casarabes prosperaron gracias a su habilidad para diseñar soluciones sostenibles a largo plazo en un entorno adverso, concluyeron los especialistas.